Capítulo 22

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Capítulo 22 | "Mentiras y más mentiras"

Edmund Blackwolf

Trago saliva cuando los ojos de Corinna se posan en mí. Fuertes, vívidos, como si el mismísimo fuego fuera a refulgir en ellos.

Mi hermano la mira igual de exaltado que yo, intenta abrir su boca para decir algo, pero Corinna lo interrumpe antes de tiempo.

— No quiero excusas, quiero la verdad.

— ¿Cómo sabrás que es la verdad si ni siquiera la conoces? — me quejo.

Da dos pasos hacia mí, con postura amenazante. Soy más alto que ella y muchísimo más fuerte, pero no se amedrenta, ni siquiera se encoje un poco, por el contrario, me enfrenta con las mismas agallas.

— ¿Te atreverás a mentirme, Edmund?

Mis ojos inmediatamente buscan los de Elian, una señal, algo. Pero lo que encuentro no me gusta, aunque sé que es la única salida.

No quiero mentirle, no quiero herirla.

La perderé si lo hago.

Me muerdo el interior de la mejilla con fuerza mientras miro a la castaña frente a mí, soltando un suspiro cansado mientras revuelvo mi cabello.

— Sí, te hemos ocultado cosas, dolcezza.

— Sólo queríamos protegerte — le sigue mi hermano.

Toma asiento en uno de los bancos del mesón mientras procesa nuestras palabras, no nos mira de nuevo, se pierde entre las fotografías frente a ella.

— ¿Por qué? — susurra.

— Tienes una imagen muy diferente de tus padres, dolcezza — le susurra Elian, acercándose a ella — No queríamos cambiar eso.

— ¿Sabe esto Carissa?

— Sí — admito.

No le estoy mintiendo, es la verdad. Nunca quise cambiar la verdad frente a sus ojos, no se lo merecía.

Tanto ella como Cosima, no se merecían vivir con ese recuerdo de sus padres, no con los monstruos que eran con su hermana, que bien sale en los registros. No merece saber nada de eso.

Prefiero que viva felizmente en la ignorancia que sufra en la claridad.

— ¿Cómo... cómo murieron? — susurra.

— Murieron a manos de nuestros padres.

Se estremece con las palabras que salen de mi boca, sin embargo, sé que es lo mejor, por lo que luego de compartir una mirada con Elian, es él quien comienza a relatarle la historia de la que fue su familia, la historia verdadera.

Le cuenta quiénes fueron en realidad Greta y Filipo Barone, sobre su verdadero papel en la Camorra, en cómo eran unos visionarios del poder, sedientos de ascender en este mundo de la mafia que no les importó traicionar a la mafia que les juraba lealtad.

Como hicieron negocios con la N'drangheta, prometiendo la cabeza de los niños de la manada, pertenecientes a la mafia española. Y ahí es cuando entro yo, le cuento ese día en la feria, le cuento como la mayoría pudo escapar, pero decidí quedarme cuando atraparon a Cameron.

Le cuento los días de torturas, de las torturas que nos hicieron sus padres, de cómo Cameron casi muere, de cómo mis padres enloquecieron en contra de los suyos.

Le cuento como ellos enemistaron a las mafias italianas, de cómo robaron a la Bratva, de como hicieron enojar a los cárteles de Colombia. Le cuento todo.

Flor ImperialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora