-VENGANZA-

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Las cosas en la hacienda estaba mejor ya que la llegada del gemelo de Hiashi fue quitarse un compromiso ahora las cosas con los Hyuga estaban mejor

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Las cosas en la hacienda estaba mejor ya que la llegada del gemelo de Hiashi fue quitarse un compromiso ahora las cosas con los Hyuga estaban mejor.

- Te has librado de un compromiso muy grande Boss.

Minato estaba acomodando la silla de montar, observo a Kakashi al estar a como dando a Resengan en su cubículo.

- Si, para mí fue apropiado hablarle a Hizashi para que ocupara su lugar.

- ¿Cómo sabía que aún vivía? – Kakashi se quedó viendo a Minato – Sé que tuvieron pleito por el rancho.

- El rancho es de Hizashi siendo el segundo hijo aun que su padre se lo dio a Hiashi por ser el primogénito.

- Todo eso es muy complicado era mejor dividir el rancho, ¿Hubiera sido lo mejor?

Minato le sonrió.

- Tienes razón pero algunos padres ya sabes como son, veme a mí, por una Montaña se ha hecho un testamento en el cual Naruto debía de casarse con Sasuke.

- Eso fue un golpe bajo de Indra, pero lo bueno que Mr. Senju intervino antes de que se cumpliera el plazo.

- Tienes razón, gracias a él todo salió bien. – Minato observo que se acercaba una camioneta. – Tendremos visita.

Kakashi observo bien.

- Creo que la visita será para usted Boss.

Sin duda alguna Minato debía de actuar con ese azabache ya que tenía días visitándolo por si las dudas había quedado en gravidez, Minato se sonrió sabía muy bien que él no era Doncel, pero le gustaba jugar con ese azabache.

Minato fue a recibir a Madara, el azabache al ver a Minato su mirada se tornó carmesí era sin duda lo que tanto anhelo en sus días oscuros volver a ver la luz a través de los ojos de su amado Minato.

Minato bajo tranquilamente los escalones con una sonrisa esperando a que se estacionara, al hacerlo el azabache se estaciono con esa sonrisa que los Uchiha muestran... Muy sensual.

Minato alzo la mano.

- Hola extraño.

- Hola hermosura.

Cerro la puerta acercándose al rubio al quedar un escalón arriba Madara le abrazo alzo el rostro recibiendo un beso en los labios de Minato.

- Que agradable recibimiento.

- Bueno, para mi es agradable que me visites – Le tomo de la mano conduciéndolo a su despacho ya que lo que hablarían era relacionado con sus hijos. – Ya que lo estás haciendo muy seguido ¿Algo pendiente?

Al entrar estaba Iruka que se miraba tierno con su pancita de ya casi de tres meses al verlo Madara se acercó para saludarle.

- Buenas días Iruka, - Vio su abultado vientre - ¿Cómo se ha sentido? – Minato se sonrió al observar lo cariñoso que se miraba Madara, pero él no podía quedar en gravidez.

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