EL INDOMABLE

-SECUESTRO-

Hannabi estaba asustada ya que sus hermanos estaban festejando antes de tiempo, se removía de un lado a otro en su cama hasta que ya no pudo se levantó.

Observo por la ventana lo maravilloso que fue en años pasados cuando su madre aún vivía, dejo escapar un sollozo.

- ¿Por qué tuviste que irte mamá?

La repentina muerte de la esposa de Hiashi fue un misterio lo cual nunca se debelo en su debido tiempo, la habitación que ambos ocupaban todas sus cosas fueron quemadas no dejando un rasgo que Hiashi Hyuga estuvo casado alguna vez.

Hannabi aun tenía un bajo recuerdo de cuando su madre jugaba con ella como trenzaba el largo cabello de Hinata, no entendía porque su padre mando quemar todo lo de su amada madre.

La noche era fría sintió un fuerte escalofrío empezó hacerse amontonarse nubarrones, pareciere que el mismo clima estaba de acuerdo con los malévolos planes de su familia.

- ¿Qué puedo hacer? Naruto fue siempre amable cariñoso con nosotras. – Tomo una manta para ponérsela sentía su piel fría - ¿En qué momento dejamos de hablarnos? ¿Cómo podré advertirle del peligro que mi propia familia quiere hacerle?

Siguió caminando de un lado a otro, el fuerte viento empezó azotar las ventanas eran arañadas por las ramas de los árboles, la chica fijo sus ojos perlas caracterizados por la familia Hyuga.

- Debo de ir con Naruto para decirle.

Su mirada cambio por la decisión que tomo... ¿Pero? ¿Le creara Naruto? ¿Cómo debe de hacerle para que este prevenido?

Hannabi dejó salir un suspiro se sentía cansada de tanto pensar de los amargos recuerdos que vinieron a su mente, era su deber de advertirle ya no sería una cobarde iría a temprana hora a la hacienda Namikaze.

Con esa convicción se retiró a dormir cansada por pensar cómo debería hacerle también por lo que su familia quiere hacerle a Naruto.

- Mañana será el día... si...

Nadie creería que en los días siguientes serian un cruel tormento no solo para Minato también para Madara.