-EL SECRETO DE ASURA-

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Deidara, salio de la cantina hecho una furia, ya que, el nunca había perdido una partida de póker y lo mas lamentable es haber perdido con ese azabache arrogante, eso para el rubio era IMPERDONABLE.

> ¿Cómo es posible que ese imbécil, me haya ganado? No lo puede ser.

Camino hasta donde estaba el establecimiento de Sasori, para llevar algunas golosinas y cerveza. Entro al lugar con un aura muy irritada.

> ¿Que es lo que te pasa rubio? Se te ve muy cabreado.

Volteo para ver al pelirrojo, se acerco hasta donde estaba, Sasori estaba acomodando mercancía en los estantes cuando lo vio por el gran ventanal.

> Danna ¿quiero unas golosinas y cerveza?

Sasori siempre a ocultado ese amor que siente por el rubio, al tenerlo tan cerca era imposible no reaccionar a ese fragante olor que destilaba.

Al tenerlo frente a el, vio sus labios exquisitamente muy sabrosos, apetecibles, al igual el rubio se quedo viendo esos preciosos ojos del pelirrojo, ambos se quedaron viendo entre si. Deidara vio los impresionantes ojos del pelirrojo.

Itachi iba platicando con su adorable y muy callado hermano.

> Ya tienes a los Namikaze's para que sean tus modelos.

> Gracias Niisan, eres único, ahora tengo que pensar las poses que quiero que hagan para que esas pinturas sean de las mejores y pueda tener un reconocimiento con esa persona.

Ambos llegaron al establecimiento del pelirrojo, al entrar lo primero que vio el azabache mayor, que Sasori estaba a punto de darle un beso a SU rubio.

> ¡Buenas tardes!

Sasori se alejo del rubio, como un rayo, la mirada del azabache era realmente rojiza llena de una furia que no podía controlar.

Deidara no tomo importancia, simplemente no se quedaría con las ganas, le dio un beso al pelirrojo y se retiro para tomar la caja de cerveza que estaba en la parte de atrás.

> Danna, te encargo mis golosinas, por favor.

> Si, Deidi, en un minuto te las doy.

Sasori fue al mostrador para tomar una bolsa y echar las golosinas que el Blondo le agradaba.

Itachi solo observo lo que ambos hicieron, pero como el, no era nada del rubio, no podía hacer nada.

Sai observo, dándose cuenta que Deidara no miraba a su Niisan, si no al pelirrojo, volteo unos instantes para ver a su alrededor para saber si estaba también el Onisan del rubio.

> ¿Ya sabes lo que vas a llevar Sai?

> Si, ya voy a tomarlo, espera un momento por favor.

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