-BAJO LA TORMENTA-

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Kurama se manifestó frente a Neji que le miro con esos ojos color escarlata que sin duda era intimidante

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Kurama se manifestó frente a Neji que le miro con esos ojos color escarlata que sin duda era intimidante.

- ¿Quién eres? – La mirada perlada del castaño eran desorbitada - ¿Qué eres?

La carcajada del zorro se dejó escuchar en la cabaña, era un fuerte estruendo que Neji tuvo que tapar sus oídos ya que las carcajadas eran realmente estruendosas.

Que tropezó con sus mismos pies al ver la cabeza del zorro cubriendo el cuerpo de Naruto que se encontraba aun desmayado.

- ¿Quién eres? – Volvió a repetir.

Fue lo primero que le dijo Neji al gran zorro que se mostraba en el cuerpo del rubio, pero lo que más hizo que quisiera salir de ese cuarto fue los grandes colmillos que mostraba con esa sonrisa.

- Yo tendría que hacer esa pregunta... - Mirada que escudriñaba cada movimiento que hacia Neji – Será mejor que no hagas eso... Te arrepentirías si lo hicieras.

Neji comprendió que el zorro no estaba mintiendo, ya que muy disimuladamente estaba sacando una daga ¿Pero qué haría con una daga a un ser sobrenatural?

- No dejaré que lo toques... - Un gruñido salió de nuevo.

Muy cuidadosamente fue quitando su mano del cinturón para mostrarlas frente del zorro, dio unos cuantos pasos para atrás la presencia del zorro es totalmente asfixiante para poder estar ahí.

Se llevó las manos a su pecho tratando de poder respirar, si, en ese momento el legendario zorro hizo que Neji se fuera asfixiando poco a poco viendo como sus cuencas de sus ojos estaban desorbitadas lo dejo que respirara.

- Sal de aquí, la próxima vez no lo pensaré... Te matare o mejor dicho dejaré que el protegido de Taka lo haga por mí.

Neji sintió un escalofrío muy fuerte en su espina dorsal que sin pensarlo dos veces salió de la habitación dando un fuerte portazo.

Su respiración errática que no podía controlar, sentía su corazón fuertemente palpitando en su pecho, sin duda alguna que si entraba en esa habitación moriría en el acto.

Su respiración errática que no podía controlar, sentía su corazón fuertemente palpitando en su pecho, sin duda alguna que si entraba en esa habitación moriría en el acto

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