𝟏𝟗

773 72 52
                                    

Habían llegado ya.

Spreen mentiría si dijera que no estaba nervioso. Lo estaba, y estaba a punto de morir. A solo pasos de pisar la cancha.

Roier aún no llegaba, para su buena suerte.

O bueno, así era antes de que los demás dijeran que ahí venía.

── ¡Míralo al wey como corre! ── Dijo entre carcajadas El Mariana.

── Viene a las chapas, boludo. ── Agregó entre risas también Carre.

Tal vez no era mala idea correr ahora. Él podía correr rápido. Además no se cansaba tan fácil.

── ¡Llegué!

Bueno, tal vez sí era tarde.

Roier había llegado finalmente. Saludó a cada uno de los chicos y a Jaiden ──quien iba a jugar con ellos siempre──.

── Hasta que llegas, mien. ── Volvió a hablar Mariana. ── Pensábamos que ya no íbamos a jugar.

── No seas exagerado, tampoco tardé tanto. ── Le respondió con una sonrisa el castaño, mientras de su mochila sacaba algo de dinero.

En el instante que lo sacó, los demás también lo hicieron.

Así eran las cosas: ¿Quieres jugar? Pon tu parte para pagar la cancha.

El último en pagar fue el oso. Le dió su dinero al castaño y este simplemente lo aceptó, saludandolo en el proceso, ya que no lo había hecho; sin chistes 'gays', sin miradas coquetas. Solo una sonrisa.

Spreen se sintió extrañamente tranquilo. Eso era algo bueno, él no le había dicho nada.

<<Menos mal>> pensó. Tal vez se preocupó por nada.

[✰]

El partido estaba siendo "duro", según ellos.

En un equipo los tenían a Mariana, Roier y Spreen. La muerte misma a decir verdad.

Si estás en su equipo; ¡Genial! Si no lo estás; ve rezandole hasta al diablo.

Pero claro, Roier se dió cuenta de esto, así que, decidió ser justo, por que así era él...obviamente.

── ¡Aldo, pasala! ── Gritó Quackity al otro lado.

Aldo pateó la pelota, en cuanto la pateó, Mariana se interpuso y la tomó, yendo hacia su arco.

── ¡No se vale, su equipo es muchísimo mejor! ── Gritó esta vez Aldo, yendo a, intentar, quitarle la pelota a El Mariana.

── ¡Espera, Mariana! ── Gritó Roier ahora.

Mariana paró confundido.

── ¡Esperen todos! ── Ahora todos lo veían confundidos. ── ¡Les daremos a Spreen para que seamos justos!

── ¡Sí! ── Gritó al instante Quackity.

── ¿¡Pero que haces, idiota!? ── Reprochó el de lentes.

── Hago un cambio justo. ── Contestó simple. Mariana lo mataría. ── ¡Mira el equipo que tenemos! Tenemos que darles al menos una chance a los pobres.

── ¡Eso- Espera, ¿Qué? ── Dijo Quackity al darse cuenta de lo que dijo, siendo ignorado por ambos castaños.

── Sí, ¿¡Pero les tienes que dar a Spreen!? ── Una mini discusión había empezado.

Roier puso los ojos en blanco para luego ver al oso.

── Ve, Spreen. ── Dijo tranquilo, ignorando los griterios del de lentes. ── ¡Listo, sigamos!

Mariana lo miró mal, suspiró y siguió con lo suyo.

[✰]

Cambiar a Spreen de equipo no fue mala idea, al menos no para el equipo de Aldo y Quackity. Habían conseguido empatar, y si no hubiera sido porque ya había terminado la hora, habrían ganado.

Todos salieron de las canchas, se saludaron en la salida y se fue cada quién por su lado.

── Hubiéramos ganado si no hubieras cambiado a Spreen. ── Dijo el de lentes.

── Es que, bueno, ¿Viste su equipo? Teníamos que darles una ventaja. ── Contestó el castaño. Toda esta charla ante la mirada de Jaiden, ya que los tres se iban a la parada, una diferente a la de los otros chicos. Bueno, a decir verdad, solo ella y Mariana iban, Roier iba caminando. ── ¡Además jugamos bien! Empatamos.

── Y si el señor de la cancha no hubiera venido, nos habrían ganado.

── Y la sigues, eh. ── Dió un suspiro entre risas.

── Y así seguiré hasta que se haga justicia.

── ¿Justicia de qué? ── Habló esta vez la castaña.

── ¡Pues de que Spreen no tendría que haber cambiado!

── Callate, Mariana. ── Contestó Roier.

Mariana le dió un golpe en la cabeza, no tan fuerte, pero si lo suficiente para que se deje de ser tan pendejo──según él──, recibiendo una queja del más bajo.

[☆]

Por otro lado; Spreen finalmente había llegado a su hogar.

── ¡Hijo mío! ── Su padre Rubius lo había recibido.── ¿Cómo te fue?

── Bien. ── Contestó. ── Casi ganamos, pero empatamos. ── Agregó, de mientras subía las escaleras para poder ir a su habitación, quería ducharse e irse a dormir, estaba cansado. Su padre lo entendió y no le preguntó más.

Había sido un buen día.

Y que suerte tuvo con el castaño.


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Dibujito que hice de estos dos geis

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Dibujito que hice de estos dos geis.
Me inspire en el comentario de alguien, saludito a esa person, muak, gracias por la inspiration.
Salu2.

Atte: Zer_Ram.

𝐀𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬...¿𝐎 𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬? &gt;&gt;𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫𝐁𝐞𝐚𝐫&lt;&lt;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora