𝟎𝟗

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Roier se encontraba hablando animadamente con el Mariana. De vez en cuando, daba algunas miraditas disimuladas a Spreen. Y se podría decir que no eran de las "linda", esas que dices " Oh wow, se le nota en esa mirada disimulada que está enamorado". Ohhh, no, no, no.

Él estaba celoso.

Verán, todo bien con que Shadoune sea el nuevo y se esté llevando bien con todos (o la mayoría), pero últimamente, estaba muuy pegado a Spreen. Muchas veces se encontraban hablando y de la nada, él llegaba como si nada, metiéndose en la charla y llevándose a Spreen, dejándolo a un lado.

Al principio, no era como si le molestara, pero con el pasar de los días, se volvió molesto. Muy, muy molesto.

── Y por eso creo que la Reina Isabel era reptiliana.

── Oye.., ¿No crees que Spreen está pasando mucho tiempo con Shadoune?.. ── Habló, ahora mirando directamente a esos dos y nada disimulado, ignorando completamente lo que su amigo decía.

── Pues, son amigos, ¿No? ── Respondió el de lentes. Se había ofendido un poco porque el castaño no le prestó atención, pero meh, así era él.

── Es que.., siempre que estoy hablando con él, llega Shadoune y me lo quita. ── Dijo frunciendo el ceño sin darse cuenta.

Mariana lo observó. Era evidente que él estaba celoso, solo que no se daba cuenta.

¿Qué? ¿Creían que sí? Vamos, es Roier.

── A mí se me hace que estás celoso. ── Dijo indiferente Mariana.

── ¿QUÉ? ── Miró con los ojos bien abiertos al de lentes, siempre decía 'mamadas', pero ahora se pasó. ── ¿Cómo crees que voy a estar celoso de él? ── Había remarcado la palabra "él".

── No sé. Te está quitando al Sprin de tu lado, evidentemente estás celoso porque pasa más tiempo con él que contigo. ── Respondió el Mariana como si nada.

Roier cambió su cara a una un tanto..pensativa. Miró al suelo y luego a los otros dos, que aún se encontraban charlando.

Vió a Spreen. Se veía..feliz, o eso creía. Fue ahí cuando empezó a cuestionarse si realmente hacia feliz al oso, y si realmente le agradaba. Era bastante molesto, lo admitía, pero.., Spreen nunca le dijo nada al respecto, o bueno, nada que no sea en juego. Tal vez, en realidad no era en juego. Oh no.

── Yo...yo, n-necesito un momento...── Dijo en un susurro para sí mismo, el cual Mariana no pudo oír. ── Profe, ¿Puedo ir al baño? ── Preguntó alzando la voz esta vez. El profesor le dió el okey y él salió de ese salón.

Tenía muchos pensamientos en su cabeza ahora mismo, y ninguno era bueno. Tenía ganas de llorar, pero no lo haría.

¿Realmente Spreen quería estar con él, o solo estaba ahí porque él lo buscaba?

De pronto, todos sus momentos juntos y las veces que el oso lo apartó, lo "insultó", le dijo cosas y de más, vinieron a su mente. Él era el verdadero molesto, pensó. Seguramente Shadoune no era así con él, y por eso se la pasaba más con él. Que tonto había sido.

── ¿Roier?

Esa voz. Era él.

── ¿Estás acá? El profe me dijo que te venga a buscar, estás acá hace más de 5 min., ¿Te sentís bien?

No, no lo estaba.

── Sí, perdón. ── Respondió saliendo de uno de los baños.

── ¿Qué te pasó? ── Roier lo miró confundido. ── Tenés los ojos rojos. ── Se acercó a él, lo tomó de las mejillas y " examinó" de cerca sus ojos.

Roier no pudo evitar ponerse nervioso, pero aún no entendía. No fue hasta que sintió algo cayendo por una de sus mejillas. Tocó y sintió...¿Agua? ¿Había llorado? ¿En qué momento? Tal vez, se perdió tanto en sus pensamientos que no se dió cuenta.

── Y-yo...sí, estoy bien. ── Dijo limpiandose los ojos.

── No me mientas, ¿Qué te pasa? ¿Por qué estabas llorando? ── Preguntó nuevamente el oso. Se le notaba preocupado. ── ¿Te molestaron? ¿Te dijeron algo? Décime, Roier, ¿Qué te pasó?

Roier lo apartó de él.

── Nada, Spreen. Estoy bien. ── Respondió. Spreen lo vió atónito, nunca le decía por su nombre, o bueno, nunca de esa manera, está vez había sido...frío. ── Mejor vete, dile al profesor que ya voy...regresa con Shadoune. ── Ups, se le escapó.

── ¿Shadoune? ── Preguntó confundido y frunciendo el ceño. ── ¿Él qué tiene que ver con todo esto?

No pudo más, simplemente explotó.

── ¡Todo, tiene que ver todo! ── Gritó, el oso lo vió sorprendido (y algo preocupado). ── Ya ni estás conmigo, Spreen. Si solo querías alejarte de mí, me lo hubieras dicho, ¡Te la pasas con él, y me dejas hablando solo!

Fue ahí cuando Spreen entendió.

── ¿Por eso estás así? ── La manera en que lo dijo, y su sonrisa, solo habían hecho enojar más a Roier. ── Bld, él es el que me busca a mí. Es re molesto, pero no puedo dejarlo ahí colgado porque sino quedo como alto forro. ── Agregó. De cierta manera, eso tranquilizó internamente a Roier. ── Perdón por dejarte a vos, pero es un pesado. ── Dijo rodando sus ojos.

Roier rió ante eso, y Spreen lo vió y sonrió.

Ahí fue cuando el castaño se dió cuenta que fue un tonto. Su sonrisa cambió y ahora su expresión era una apenada. Se acercó a Spreen y lo abrazó, el oso aceptó el abrazo.

── Perdón por...ser un tonto..── Habló finalmente el castaño.

── Un re boludo. ── Rieron los dos ante el comentario, y todo volvió a quedar en silencio. ── Cuando él me saque de tu lado, vos anda y búscame nomas, que se joda el pelotudo ese.

Roier dió una pequeña risita y respondió.

── Está bien, lo haré. ── Y ahí finalizó su abrazo.

── ¿Vamos? Capaz piensan que te re moriste.

── Jajaja, vamos, vamos.

Fueron de la mano, antes de abrir la puerta del salón se soltaron, y así, entraron.

── Finalmente, ¿Se encuentra bien, Roier? ── Preguntó el profesor, ante todas las miradas curiosas de sus compañeros.

── Si, si, perdón, casi me caigo en el inodoro, por eso. ── Ahí estaba, el Roier de siempre. Todo rieron ante el chiste contado, el profesor solo negó con la cabeza con una sonrisa.

── Vuelvan a sus lugares.

Roier y Spreen se dieron una mirada. Una mirada cómplice, pues ambos sabían que lo serían ante la situación que vivieron en aquellos baños. Y también la portera y el conserje, que estaban afuera en su pequeño espacio de descanso, testigos de aquella situación.


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𝐀𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬...¿𝐎 𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬? >>𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫𝐁𝐞𝐚𝐫<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora