𝟑𝟏

569 56 207
                                    

Nueva misión: hablar con Roier.

Pero claro, él no lo dejaría tan fácil.

── ¡Roier! ¿Puedo hablar con vo-

El castaño lo ignoró, yendo con Mariana, quién lo había llamado.

Intento 1: fallido.

(...)

¡Perfecto! Habían quedado en el mismo equipo en Ed. Física.

── ¡Roier, yo- ── Una pelota casi le había pegado en la cara, pero sus reflejos fueron más rápidos. Para cuando quiso volver a hablar con el castaño, este ya se había ido. ── Mierda.

Intento 2: fallido.

(...)

Intento, ¿17? No lo sabía: fallido.

Realmente se estaba deprimiendo, las últimas semanas Roier no hacía más que ignorarlo o irse antes de que hablen.

── ¿Por qué se hace tanto el difícil? ── Dijo para sí mismo en voz baja mientras volvían al salón. Entró al baño antes de entrar.

Y por obra del destino; él estaba ahí.

── Roier...── Murmuró.

El castaño, al sentir otra presencia, giró su rostro hacia donde estaba el oso.

── Ah, Hola, Spreen. ── Sonaba casi como siempre, solo que un poco más serio. ── Bueno, debo irme.

Antes de que salga, Spreen lo agarró de la muñeca y evitó que se vaya.

── ¡No! Tengo- tengo que hablar con vos. ── Dijo el oso.

── ¿Hablar conmigo? No tenemos nada de que hablar.

── Sí, sí tenemos. ── Spreen se puso derecho, aún sin soltar la muñeca del otro.

── Bien, ¿De qué quieres hablar entonces? ── Sonaba serio, eso no le gustaba.

── De nosotros últimamente.

El castaño desvió su mirada hacia otro lado.

── Primero que nada.., quería pedirte perdón. ── El castaño volvió a verlo, sorprendido. ── Dejé que Shadoune me aleje de vos, cuando yo...solo quiero estar con vos. ── Spreen lo vió avergonzado, pero siguió. ── Y yo quiero que estemos juntos, no quiero que estemos así; seperados. No quiero que me ignores. ── Lo último dicho en voz baja.

Todo quedó en silencio. Roier lo observó por un momento.

Desde que conoció a Spreen todo fue como...una montaña rusa de emociones. Un día estaban bien, y al otro todo estaba así. Pero la culpa no era de ellos.

Finalmente, supo lo que sintió aquel día en la cancha al ver a Spreen.

Tal vez el osito si lo atraía.

Aquel agarre en su muñeca pasó a ser en la mano del oso. Spreen lo vió sorprendido.

Roier sonrió, finalmente lo miraba, finalmente le sonreía. Inconscientemente, él empezó a sonreír.

Estaban bien.

── Spreen.

── ¿Mmh?

── Perdoname. ── Pudo ver en su mirada que se arrepentía, como pedía perdón. Una mirada dice más que mil palabras después de todo, ¿No?

── Shh, ya pasó. No dejemos que nos separen otra vez.

La cercanía entre ellos se reducía. Cada vez se acercaban más.

Roier dió una pequeña risita.

── Tenlo por hecho.

Podían sentir la respiración caliente del otro directamente en sus caras. Sus sonrisas cómplices, sus miradas unidas por aquel brillo que amaban.

Roier no supo cuando, pero su otra mano fue a la mejilla del oso.

Spreen tampoco supo cuando su otra mano fue hacia la nuca del castaño, atrayendolo más hacia él.

Y de un momento a otro.., se sintieron en el mismo cielo.

Sus labios conectaron, como un rompecabezas que encajaba perfectamente. Tal vez sí fueron hechos el uno para el otro.

El agarre de su mano se apretó más por ambos. Las manos frías de Spreen eran calentadas por las de Roier.

Lo mismo que con su corazón.

Ambos bombeaban a la par, echando el dulce ritmo que construyeron con su amor.

Aquel helado corazón fue derretido por aquel que ardía. Ahora ambos lo hacían por el otro.

Tan pronto el aire cesó, sus labios fueron separados, pero ellos nos. Bueno, tal vez sus labios no habían sido separados del todo, aún se rozaban.

── Roier.

── ¿Mmh?

── Me gustás.


٭──────────٭

APA LA PAPA.
Lo dejamos ahí por hoy 🫰.

¿Querían beso? ¡Ahí lo tienen! Dejen de ser codiciosos, che.

No sé que decir, me emocioné yo ahora (@(#;@! @;

¡Bye!


Atte: Zer_Ram.

𝐀𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬...¿𝐎 𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬? >>𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫𝐁𝐞𝐚𝐫<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora