Cap12: Charlotte, el corazón más puro

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Las voces de todos los que están siendo afectados por la maldición resuenan en mi cabeza entre alaridos y lamentos.

No distingo nada... solo gritos, gritos...

No, por favor, no quiero que sufran, su dolor es demasiado...

—No hay forma... —Es lo que escucho decir al joven amo...

Su voz sobresale entre los gritos...

¿Nos vamos? No, no podemos irnos y dejarlos así... No, ni humanos, ni criaturas... Ningún inocente debe morir...

¿Por qué permites esto, Dios? Todos no merecen castigo...

La quemadura en mi rostro arde, arde tanto que hace que empiece a gritar y caiga de rodillas al suelo, mientras los ruidos combinados hacen que vomite, el mareo me gana...

—Ayuda... —Una voz distorsionada me llama...

Esa llena de sufrimiento...

Esa del ataúd...

Él quiere que acabe su dolor...

Él sufre matando...

Él no quiere hacer esto...

Veo las almas de los que huyen caer en pedazos dentro de la niebla roja que nadie más ve...

Veo las llamas apagarse y mi corazón se encoge...

Humanos y criaturas... ¿Por qué no pueden convivir sin ocultarse o lastimarse?

Siento los pasos de mi familia dar la vuelta...

Aprieto mi pecho, el rosario en el centro y corro dentro de la iglesia...

Siento el malestar empezar en mi propio cuerpo...

Levanto murallas de fuego para que ni el joven amo ni Bralen vengan a por mí...

Corro, corro hasta que tropiezo con un cuerpo y escucho sus quejidos...

—Sálvame... —Susurra una voz que se termina por extinguir a mis pies.

—Lo siento, de verdad —le respondo mientras me ayudo de los asientos y muebles para bajar.

Siento algo salir de mi boca con un sabor a óxido, pero logro llegar a la puerta.

Mi respiración se hace pesada, ya debería haber muerto, gracias, Dios, por dejarme sobrevivir un poco más, por darme esta resistencia. Prometo liberar a todos.

—¡Duele, duele demasiado! —Grita el cadáver en el ataúd, sus alaridos son cada vez más fuertes.

—Espera, yo te ayudaré —respondo mientras me acerco a su posición.

El suelo está resbaloso, por lo que tropiezo, para terminar cayendo sobre un cuerpo, no lo reconozco a la primera...

Pero el rosario que encuentro dentro de sus hábitos me indica que es mi amiga...

La Maldición de los Roosevelt [#2🌹] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora