Entreno con el resto de caballeros. Aún no sé bien cómo usan estas espadas, pero no logran resistir los choques cuando ataco.
Señalan que mi postura es incorrecta, mis movimientos salvajes y mi ataque efectivo. En poco tiempo he vencido a la mayoría de los caballeros del palacio en los entrenamientos, la otra mitad no quiere enfrentarme.
Siempre ando con un gorro negro que Victoria pidió que hicieran para mí, de esa manera logro ocultar mis orejas, pero debo recalcar que no es de mi completo agrado.
Por ello lo acomodo una y otra vez cuando estoy solo hasta poder quitarlo si no hay ojos cerca.
La extraño...
No puedo verla todos los días aquí dentro, quiero poder abrazarla, olerla y besarla.
No entiendo cómo se complican la vida los seres de otras razas, lo sencillo que sería que solamente estuviese a mi lado.
Siento los pasos de otro soldado entrar a la habitación, así que cubro mi cabeza de nuevo y le observo. Es Jared, un humano bastante alegre al que aquí le dejan apartado de todo.
Veo que se tira en su cama, sus brazos presentan los morados de los entrenamientos, los demás se empeñan en usarlo de saco de boxeo.
Victoria me dijo que evitara hablar con los humanos en demasía, que no diese señales de ser un hombre lobo u algo más. El problema es que la mayoría de las cosas que hay aquí no había tenido que convivir con ellas antes.
Si te golpeas, lo devuelves. Si te expulsan de la manada, moriste. Él parece estar pasando por algo así, lo que me hace pensar que todo no es completamente distante de mi bosque.
Cierro los ojos y me acuesto en la cama, solo puedo esperar a tener a mi albina de nuevo entre mis brazos. Me he destacado lo suficiente como para poder ir a su lado. Pensar en ella hace que la sonrisa se haga en mi rostro, es tan perfecta...
—Jared, así que aquí estabas, volviste a huir como gallina del entrenamiento. No sé por qué las niñas se apuntan para la guardia —dice un hombre en la habitación.
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La Maldición de los Roosevelt [#2🌹]
Vampiros🦋Segunda parte de los Roosevelt🌹 Esta historia comienza luego de que Lewis dejó al descubierto el mayor secreto de los Roosevelt. Hizo un pacto con el demonio Mammón, el demonio de la avaricia, pero... ¿cuál? Continúa a los dieciocho años de los...