🌹 Epílogo 🌹

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Despierto sobre la silla para ver la pantalla, en ella Victoria está dando la orden de volver Axtrinia una tierra para la vida sobrenatural y convirtiéndola en un imperio

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Despierto sobre la silla para ver la pantalla, en ella Victoria está dando la orden de volver Axtrinia una tierra para la vida sobrenatural y convirtiéndola en un imperio.

Justo cuando esto sucede, la pantalla deja ver las letras "FIN". Con ello puedo entender que el libro de "La Sangre de la Victoria" de Gabriel ha terminado. Un final donde de la familia solo sobrevivieron Victoria y padre.

—Una jugada sumamente arriesgada —dice el demonio parándose entre la pantalla y yo.

Su aspecto ya no es tan aterrador, simplemente deja que lo vea como la primera vez, con sus cuernos y rostro sumamente atractivo. Tampoco hace referencia a intentar tomar mi alma.

—Fueron pocos minutos, pero logré mantenerme en ese mundo hasta pasado el final —le respondo remarcando lo que ya sabe.

Justo cuando Victoria terminó, mi cuerpo de arcilla cedió, convirtiéndose de nuevo en lo que era, y mi alma paró otra vez a este cine, el lugar donde todo empezó.

—Solo queda esperar que la obra de vuestro amado Gabriel sea un éxito —dice el demonio—: pero ya eso lo descubrirás en vida.

—No deseo volver a mi mundo, quiero seguir siendo Lewis Roosevelt —le planteo.

—No puedes, ni siquiera tienes un cuerpo que no sea más que un cadáver al que volver, pequeña Daniela —responde el demonio—: volverás a tu realidad, es una lástima no poder devorar tu deliciosa alma. Casi pude saborearla...

—Voy a asesinar a Gabriel cuando llegue a mi mundo —sentencio.

—¿Segura que podrás? —Responde el demonio cruzando los brazos—: hasta nunca, humana.

Justo cuando termina, siento que caigo por un barranco en la oscuridad. De a poco empiezan a flotar esferas con los diferentes recuerdos de mi vida como Lewis, cada momento importante pasa a mi alrededor para irse corrompiendo y desaparecer.

Cada recuerdo de mi vida en el libro se va borrando y mientras más vacía se va sintiendo mi memoria voy cayendo en desesperación, justo como debería ser la caída al vacío que estoy experimentando.

—¡Ni te atrevas! ¡Devuélvemelos! —Grito al demonio, pero solo se escuchan sus risas, unas de profundo placer.

—¿Para qué? Daniela Ruiseco no necesita estas vivencias. No soy tan cruel —responde sin parar de reír.

El eco resuena y cubro mis oídos. Trato de impulsarme había el último recuerdo, el de mi pequeño y Helios, pero este desaparece quedando todo en oscuridad.

Todo se vuelve un profundo vacío.

Siento el sonido de una máquina de hospital y lo doloroso e incómodo de un tubo pasado por mi garganta que me causa una desesperación enorme

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Siento el sonido de una máquina de hospital y lo doloroso e incómodo de un tubo pasado por mi garganta que me causa una desesperación enorme. El sonido aumenta en frecuencia, alertando a la persona de la sala y haciéndome sentir mayor miedo.

Abro mis ojos para encontrar a Gabriel sentado junto a una mesa, terminando por voltearse a mí por los ruidos.

Su mirada de alegría es evidente al verme, corre hacia mí para luego salir de la habitación corriendo.

—¡¡Enfermera, Daniela despertó!! —Grita.

A los pocos segundos vuelve mientras llora, terminando por abrazar mi cuerpo debilitado. Las señoras entran para atenderme, me hacen revisiones buscando entender mi estado y quitan los tubos ante mi capacidad de poder respirar por mí misma.

Una vez libre, aunque aun en cama, logro articular palabra, trato de poder mantener la calma.

—¿Gab, que pasó? Yo...

—Calma, Dani, todo va a estar bien. Fue solo una mala intoxicación —me responde él abrazando mi cuerpo con desesperación.

Yo correspondo el abrazo observando el anillo de compromiso en mi dedo, trato de calmar mis desconciertos con el calor de mi futuro marido, sin embargo, no puedo dejar de sentir un vacío en mi interior, uno enorme.

La Maldición de los Roosevelt [#2🌹] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora