Cap15.2: Enséñame a ser libre

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No puedo quitar la vista de sus ojos con facilidad, pero lo logro y escucho su risa

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No puedo quitar la vista de sus ojos con facilidad, pero lo logro y escucho su risa.

—No tienes que ponerte nerviosa —me responde mientras me huele.

—Aleja ese sucio hocico de mí —digo perdiendo la concentración y alejándonos.

Me dispongo a salir del agua queriendo irme de aquí y me toma de la muñeca.

—Es temprano, no te vayas aún, me divierto bastante contigo —me comenta.

—Debo irme antes de que amanezca, o me van a castigar, más —le respondo, aunque aún quedan varias horas.

Él no me deja terminar de hablar y me levanta en peso para empezar a correr por el bosque.

—Suéltame, bruto —le cuestiono dando golpes en su espalda, aunque no me molesta que me levante así.

Apoyo la cabeza en su hombro pensando mientras soy llevada, quizás, incluso no estoy pensando nada...

Se detiene en medio del bosque donde un gran número de luciérnagas se alzan dejando varios puntos verdes flotando, eso en contraste con las estrellas que se dejan ver por el ligero claro, hacen un espectáculo hermoso.

Siento como deja mis pies descalzos en el suelo, el frío me golpea y sus brazos me envuelven. En lugar de mantenerme de frente a él, me da la vuelta para que vea todo mientras me apresa.

Ver esas luces así, sentir un abrazo tan cálido y estar lejos de todos...

Una ligera sonrisa se escapa de mis labios.

Levanto la cabeza para verlo a él, sus ojos no están en mí, pero los baja un momento, estamos separados por nuestros diferentes tamaños, así que me levanto sobre la punta de mis pies para crecer y él se inclina hasta llegar a mí.

Terminamos por besarnos, algo llevado solo por la paz del momento, estoy cansada de esperar por ti, simplemente voy a dejar de estar atada todo el tiempo de manos.

Sus manos en mi abdomen me hacen sentir ahora cosquillas, por lo que las libero para voltearme hacia él y verle.

—Te llevaré cerca de casa —me responde como si ese beso no hubiese pasado.

Yo le rodeo con mis brazos sobre sus hombros y lo repito para callarle, solo es una leve prolongación. Termino por marcharme sin recoger nada más.

No me siento enamorada, no siento ese amor, pero me sentí por esos segundos como si fuese libre.

Llego a casa y tomo la carne para volver a moldearla, de esta sale algo un poco más humanoide.

Creo que estoy mejorando, lo que darle vida sería lo más complicado.

Creo que estoy mejorando, lo que darle vida sería lo más complicado

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La Maldición de los Roosevelt [#2🌹]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora