Cap15.1: Enséñame a ser libre

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Caigo al suelo y golpeo este todo lo que puedo hasta que mis manos duelen y sangran

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Caigo al suelo y golpeo este todo lo que puedo hasta que mis manos duelen y sangran.

—¡Maldito Lewis! —Dejó salir mi ira, mi dolor, todo.

El odio me invade y recuerdo cada momento juntos ahora como un engaño. ¿Casi asesina a nuestra madre? ¿Quiere matarnos a todos?

No, no puede ser...

—Eres un imbécil... una rata, lo más bajo que existe. Yo te... amaba... ¿Por qué juegas así conmigo? —Apoyo mi cabeza en mis rodillas en el suelo, ahora rompiendo en llanto.

Sé que fallé de joven...

Pero cambié según me decías... Las personas en el pueblo me aman y he intentado ser mejor.

¿Por qué aún no me amas?

Es injusto...

—¡Es injusto! —Grito sola en la habitación.

Dirijo mi mirada hacia el brazo en el suelo y lo tomo con una mano. Lo dejo en mi regazo y logro aplicar mi control de sangre sobre este, pero nada más.

¿Qué demonios quiere que haga mi padre? ¿Quitarme partes de mi cuerpo hasta que funcione? Eso duele...

Paso mi mano sobre la zona que había quemado y vuelvo a llenarme de rabia.

Salgo del comedor para toparme con uno de los sirvientes de mi padre que me escoltan hasta mi habitación. Según este, no puedo abandonarla hasta que no domine lo que él quiere.

Paso la noche intentando regenerar el brazo, hacer algo, darle forma, pero no consigo nada. Según pasan las horas, incluso mi control de sangre se vuelve inútil.

Como un reloj, Lewelyn empieza a venir cada mañana durante los próximos tres días. En estos mutila mis piernas esperando algún resultado y a la par las regenera.

Incluso mi comida es dejada en la entrada de mi habitación.

Quiero irme de aquí...

Quiero volver al castillo...

Lewis, ni siquiera te importo. ¿Por qué debo pedir que vengas?

Oliver no puede dejar el castillo, así que no va a venir a por mí...

Miro las piernas que están cortadas y aun goteando frente a mí, vuelvo a empezar a gritar. Más de setenta y dos horas en soledad y recibiendo las mutilaciones una y otra vez.

Tampoco logro un avance y esto se me hace eterno. Mi padre es un monstruo, soy su hija, debería tratarme mejor...

Madre no me hacía esto, espero que pueda volver.

Me recuesto a una pared cubriendo mi rostro con una mano y con la otra tomando la pierna, pero nada funciona...

Solo logro extraer la sangre de esta y con ella recrear la forma de mi hermano, luego la de mi esposo y mejor amigo...

La Maldición de los Roosevelt [#2🌹] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora