Cap24: Ciclo blanco

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Los cristales se rompen sobre nosotros, la luz por fin llega al suelo que vivió en oscuridad por quién sabe cuánto tiempo

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Los cristales se rompen sobre nosotros, la luz por fin llega al suelo que vivió en oscuridad por quién sabe cuánto tiempo. Lo complejo de la cuestión es que la ciudad de los primeros días, aquella que fue una ilusión junto a sus habitantes, ya no existe.

Muchos se miran asustados, los gritos se hacen notar cuando aquellos humanos deformes que eran usados como animales caminan entre los visitantes.

Dejo a Lewis en el suelo para avanzar junto a él por las calles, varios de los guardias, que reconocen mi persona, comienzan a actuar a favor de controlar el caos.

Como si de un espejismo se tratase, desvanezco en el aire los cuerpos de los deformes, aquellos sin esperanza. Todos se quedan sorprendidos, sin sangre, sin actos grotescos, se siente menos la pérdida. No saben quién lo hizo. No creo que la vida de ellos valga la pena de cualquier manera, están rotos mentalmente.

Lewis no se deja confundir por los gritos de los aterrados, no se deja influenciar.

—Debemos imponer el control sobre Barlow, quedó sin familias "reales" que le gobiernen —comenta él.

—Ciertamente, así es, curioso que prontamente se correrá la voz de que las tropas de Rotia atacan la frontera de una ciudad maldita —le hago saber.

—Sé que algo hizo usted para ello, aunque también creo que no fue capaz de predecir esto —indica Lewis.

—Sin embargo, no es un mal resultado, al menos para nosotros. Rotia ahora se encuentra atacando la frontera, deben de asustarse ante los cambios bruscos de la ciudad —le expongo mientras gen vuelve a mi sombra, la luz del día le hace daño.

—¿Se hará cargo de la invasión? Peor serán los daños económicos y humanos mientras más avancen —me dice Lewis, no deja que pruebe su desesperación.

Lo haces bien, ocultar el miedo.

—Aún no, debe estallar más fuerte la noticia —le respondo llegando al castillo, ahora deshabitado y, afectado por mi poder.

—Debemos volver al castillo pronto, Victoria no podrá manejar a Oliver.

—En tres días regresaremos tras dar todas las órdenes —expongo.

—Bastan tres días para que ella muera —responde Lewis manteniendo el respeto en su tono.

—Victoria es consciente de vuestra manipulación, de que no le presta real atención, Lewis —le respondo mientras avanzo por entre los cuerpos derretidos en el suelo.

Gen es libre ahora de merodear por el castillo.

—Pudo ser mejor para ambos que ella siguiese bajo mi orden —dice él.

—Victoria y Lyra son potenciales de guerra por sí solas. Sin embargo, pueden alcanzar mejores posiciones si se les presiona y luego da la libertad —le respondo.

La Maldición de los Roosevelt [#2🌹] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora