La Maldición de los Roosevelt [#2🌹]

Cap36: El regalo de la bestia

Siento que mi voz se apaga mientras abrazo mi vientre. A pesar de que estoy afónica, en silencio también sigue saliendo mi dolor.

No, no me pueden arrebatar también esto. No a mi pequeño.

Me mantengo en el suelo mientras siento mis muslos húmedos, mientras mi rostro también se siente así.

No quiero moverme, es como si cualquier movimiento hiciese que esto fuese real. Ni siquiera puedo ver, mi cuerpo está envuelto en un frío que quema y mis manos arden tras la pérdida de mis uñas. Encima las heridas que dejaron aquellos agujeros que atravesaron mi piel siguen doliendo, duelen junto a las quemaduras que provocaron.

Muerdo mis labios, los muerdo mientras se me hace imposible parar de llorar. Solo puedo tartamudear al aire...

"Victoria, por favor, hazlo ya... Hazlo ya."

Muevo mis labios al son de esas palabras mirando el suelo, o al menos con la cabeza hacia abajo. No sé cuántas horas llevo haciendo esto, me duelen las rodillas, pero solo puedo repetir estas líneas.

Deslizo una mano para comprobar que el agua aún sigue ahí y continúo mi plegaria.

"Victoria, por favor, hazlo ya... Hazlo ya."

Las lágrimas vuelven a invadir mi cuerpo, pero evito cambiar mi mantra... Por favor, que llegue la hora ya.

El tiempo se hace un tormento interminable en lo que la puerta se abre al siguiente día y siento los pasos de mi padre junto a algo más que se arrastra.

Ni siquiera me he podido levantar del suelo y sigo moviendo mis labios de forma perpetua.

—Lavia, has el sello —le ordena Lewelyn al ser que tiene a su lado.

Debe ser la Libra. Ellos son un tipo de criaturas capaces de sellar la palabra. Es decir, cuando dos personas hacen un juramento en presencia de un Libra debe cumplirlo con su vida o morirá. Es un peso real, uno inquebrantable a no ser que desees morir.

Los libras suelen ser de piel amarilla o azul y solo alcanzan el metro como mucho. Tienen un ojo enorme central en el medio y su cuerpo esférico lleno de estos. Usualmente, su lengua sale de su boca incapaz de ser cerrada por completo.