CAPÍTULO 02

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Al día siguente, Hyun ya estaba en la cafetería donde sería su primer cita.

A lo lejos, Jun estaba mirando todo.

La chica aún no llegaba, por lo que Hyun se dispuso a jugar con una pajilla y una servilleta. Luego de cinco minutos, la chica llegó.

—¿Hyun Joong? —preguntó.

—Si.

La chica se sentó en la silla con una gran emoción y timidez.

—Eres muy guapo, mucho más que en las fotos. ¿Eres de aquí?, ¿A qué te dedicas? —preguntó.

—Gracias. Si, soy de aquí y soy dueño de una cadena de restaurantes —respondió sin interés.

—¡Oh!, No me digas que eres.... —se detuvo — el hijo de los Kim.

—Si. Soy el mismo.

La chica aplaudió con felicidad.

—Mucho gusto. Admiro el trabajo de tu familia, me encanta. ¿Tú casa es muy grande como dicen?

—¡Oh! Seguramente lo mismo de siempre.... A ti lo que te interesa es mi dinero, ¿Correcto? —se levantó de la silla — así son todas las tipas que me encuentro.

Negó nerviosa.

—Tu cara lo dice todo... Interés. Pues te equivocas, tan rápido ya miré tus intenciones y no permitiré que las cumplas.

La chica agachó la mirada.

—¡Pfff!, Es verdad. Bueno, hasta nunca.

Hyun se dió la vuelta y se marchó de la cafetería, inmediatamente Jun salió detrás de él para alcanzarlo.

—¡Hey!, ¿Qué pasó?. Ni siquiera estuvieron 15 minutos ahí dentro.

Encogió los hombros —Lo mismo de siempre. Tipas que solo quieren mi dinero.

—¡Ohhh!, Demonios.

—¿Lo vez?, Prefiero solamente las noches de sexo y listo. Será complicado encontrar a alguien como Jung... —se detuvo — será complicado encontrar a alguien que no sea interesada.

—¿Que ibas a decir?, Otra vez recordando a tu ex..

—¡No!, Solo que me acostumbré. ¿Vamos a tomar?, Tan vez ahí encuentre a alguna chica o chico para pasar el rato.

—¡Imbécil! —exclamó burlándose.

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—Oye Young Saeng, ¿De verdad está bien que me quede contigo?

—Si, no te preocupes Jung Min. A mí papá no le molesta.

—Bueno, gracias. Cuando encuentre un lugar para irme de aquí lo haré.

—Tranquilo, puedes estar aquí el tiempo que quieras.

—Oye... ¿Y ya estás mejor de aquel tipo?

—Pues.... Aún me siento deprimido. Me duele mucho lo que me hizo, fue lo peor que pude haberme encontrado cuando regrese de Alemania.

—¡Ash!, Todos son una mierda. Te juro que si lo llego a encontrar le daré su merecido.

El móvil de Saeng sonó, a lo que Saeng lo atendió de inmediato. Jung Min estaba curioso por saber quién era la persona que había mandado mensajes a Saeng.

—¿Quién es?, ¿Ya tienes novio? —preguntó.

—¡No!, Es Kyong, el chico del cual te hablé. Solo somos amigos, pero me cuida bastante y me agrada mucho.

—¡Oh!, Entiendo. Cuidado porque luego las amistades pueden volverse un noviazgo.

Saeng y Jung Min se carcajearon un momento

—Cierto, te dejo aquí solo un rato. Tengo que ir a hacer las compras para la cena y para lo que se venderá mañana.

—¿No quieres que te acompañe?

—No tranquilo. Quédate y descansa, o guarda tus cosas como gustes. Nos vemos más tarde.

Asintió con una sonrisa.

Saeng salió de casa, caminaba felizmente por la calle, pensando en lo que tenía que comprar. Pero una gran camioneta llegó a gran velocidad y se detuvo a un lado de él, se bajaron dos personas y cubrieron su cara para meterlo a la camioneta.

—¡Suéltenme!

—¡Silencio Young Jae!, Te atrapamos y pagarás todo ahora.

—¿Qué?, Yo no me llamo Young Jae.

—¡Cállate!

Le dieron un golpe para dejarlo inconsciente. Poco después, se despertó mareado y se encontraba atado a una silla con un montón de luces blancas por todos lados.

—¿Dónde estoy? —susurró.

Un tipo se acercó a él y se agachó.

—Pues estás aquí conmigo Young Jae. ¿Hasta cuándo ibas a salir?, ¿Cuando llegaste de Tailandia?

—¿Qué?, Pero nunca fui a Tailandia, estaba estudiando en Alemania.

—¡Ah!, ¿Con que engañaste a todos?, Eres perfecto para mentir. Pero bueno, ahora págame el dinero Young Jae.

—Mira —se detuvo y miró al tipo de pies a cabeza —no se cómo te llames, pero eres muy obeso. No se porque me llamas así, mi nombre es Young Saeng no Young Jae. Puedo mostrarte mi identificación.

Negó molesto.

—¡Basta!, ¿Cuántas mentiras más dirás?, Solo danos el dinero que nos debes. Tú eres Young Jae, nadie más puede tener tu maldito rostro.

—¡Que no!, ¡Mi nombre no es Young Jae!

Aquel tipo quiso golpearlo, pero llegó alguien para salvarlo, deteniendo el brazo del tipo. Inmediatamente los demás sujetos se abalanzaron sobre él.

Saeng solo admiraba sorprendido. Pues su salvador era Kyong, quién con mucha facilidad logró ahuyentar a todos esos sujetos.

Finalmente se acercó a desatar a Young Saeng.

—¡Wow!, ¡Kyong!, Pudiste tu solo contra todos ellos...

—Eso no importa, ¿Estás bien?, Siempre te metes en problemas. Pero siempre estaré para protegerte.

Se levantó mientras sobaba sus muñecas.

—Gracias Kyong.

—¿No te lastimaron cierto?, ¿Te quitaron algo?

Negó.

—Nada. Afortunadamente llegaste para salvarme, no entiendo que querían esos tipos conmigo.

—No te preocupes. Vamos a casa mientras me cuentas como pasó.

𝙈𝙄 Ú𝙇𝙏𝙄𝙈𝘼 𝙋𝙄𝙀𝙕𝘼 - 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙎𝘼𝙀𝙉𝙂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora