CAPÍTULO 14

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Días después....

El primer encuentro a solas entre Jung Min y Hyun Joong estaba cerca. Luego de lo que pasó en Tailandia, Jung Min decidió enviar mensajes a Hyun Joong para hablar.

Ambos mantuvieron charlas como cualquier par de desconocidos.

Pero al fin llegaba el momento de encontrarse cara a cara, Hyun Joong invitó a Jung Min a uno de sus restaurantes. Dónde aún en horario de trabajo, se daría algunos minutos para platicar con él.

—¿Entonces?, No podemos quedarnos callados todo el día Hyun Joong —admiró todo el interior del lugar —Vaya, ha cambiado mucho el restaurante. Aunque el restaurante del amigo de Saeng es mucho mejor.

—Que arrogante e idiota eres. Por eso te deje, me contagiarías tu estupidez —respondió Hyun, rodando los ojos.

—Deja de mencionar eso, aunque lo hayas hecho, no puedes olvidarme. No importa lo mucho que lo niegues, es verdad.

—¿Te sientes como un maldito campeón?, ¿Ah?, Yo ya te dejé atrás. Young Saeng es mi novio ahora —mintió.

—¿Ya son novios?.... ¡Ja!, Eso es mentira. Él me lo diría.

—No se quién rayos creas que eres, pero realmente eres irritante Jung Min.

—Y eso te gusta —replicó descaradamente.

—Cierra la boca. Mejor deberías pagarme todo lo que rompí aquella noche, me volví loco.

—¡Nah!, Mejor salgamos esta noche —se levantó de la mesa —Nos vemos en tu departamento. Prometo no llevar ropa interior.

El sinvergüenza de Jung Min se marchó diciendo esas últimas palabras, que definitivamente serían ciertas. Hyun Joong ya estaba preparado para lo que trajera entre manos.

Eso lo puso nervioso.... Cómo aquellos días que pasaba junto a él.

El sonido de un mensaje en su celular, lo hizo relajarse un poco.

"¿Podemos vernos?, Te extraño~♡"

Era un mensaje de Young Saeng. Ciertamente tenía algo de tiempo que no se veían desde que regresó de Tailandia, así que lo citó cerca de un parque.

Enseguida fue a cambiarse y a dejar encargado el restaurante.



****

Saeng y Hyun no habían hablado absolutamente nada desde que se encontraron, simplemente caminaban sin dirección.

Young Saeng ya tenía por dentro tanta emoción y cierto cariño por Hyun Joong, a pesar de que este no le ofreciera tanta importancia. Mientras caminaban, Saeng miraba con mucha emoción una de las manos de Hyun.

Esa gran mano, fuerte, bronceada y seguramente cálida.

En su interior, anhelaba poder sentir la sensación de entrelazar sus manos con las de él.... Y otras cosas más de parejas, pero aún era muy pronto, ni siquiera eran novios todavía.

De pronto la vista del pequeño hombrecito de detuvo en los pies de Hyun Joong, observando uno de los cordones desatados. De inmediato Saeng detuvo a Hyun Joong para agacharse y atar los cordones de su zapato.

Nuevamente Hyun Joong tomó está situación como algo normal y sin importancia, sin embargo Saeng lo había tomado como algo romántico y cariñoso.

Quería demostrar su interés y sus sentimientos sinceros para Hyun Joong.

Mordiendo su labio inferior, Saeng se levantó rápidamente para depositar un suave y húmedo beso en la mejilla de Hyun Joong, para después echarse a correr.... Esperando ser atrapado.

Hyun Joong había sentido una reconfortante sensación, los labios de aquel chiquillo eran tan suaves y delicados como una pluma. Ese beso, lo dejaría inquieto por un largo tiempo, extrañamente le provocó un mar de emociones que jamás había sentido.

Acarició su propia mejilla, recordando la sensación de esos labios húmedos y esponjosos besando tiernamente su piel.

Sonrió inconcientemente y se dispuso a correr para atrapar al chiquillo que corría por todos lados, con una hermosa sonrisa acompañada de unos tiernos hoyuelos.

En un descuido, el chiquillo se escondió, perdiéndose de la vista de Hyun Joong. El mencionado se detuvo a buscarlo con la mirada, pero sin en cambio, fue sorprendido por la espalda.

Young Saeng se había arrojado sobre él, para montarse en su espalda.

Delicadamente rodeó el cuello de Hyun y recargó su mentón sobre el hombro ajeno.





🥀🥀🥀🥀

•Tailandia •

—Oye Young Jae... ¿De verdad piensas volver allá con ese señor? —preguntó el chico, siguiendo la caminata a paso lento.

—Si. Ya tomé mi desición, él es el único que puede ayudarnos para pagar el dinero. —arrojó con molestia la lata de soda —Además, es mi padre y mi madre fue su amada en algún tiempo, ¿No lo crees Arthit? —replicó Young Jae

—Tienes razón. Además, no hizo nada por ella. Tenía que haberlos ayudado, con lo que ganamos en las peleas no fue suficiente.

—¿Lo ves?, Tengo toda razón. Aunque, mejor lo pensaré unos días más, algo más se me ocurrirá para no necesitar de él, ¿Si lo hago, me acompañarás Arthit?

Asintió sin dudar.

—Por supuesto. Somos amigos, más bien hermanos, a dónde tú vayas yo iré.

—¡Bien!, ¿Quieres comer?, Yo invito.

𝙈𝙄 Ú𝙇𝙏𝙄𝙈𝘼 𝙋𝙄𝙀𝙕𝘼 - 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙎𝘼𝙀𝙉𝙂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora