CAPÍTULO 30

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Minutos antes de la atrocidad...





(Do Kyeong, padre adoptivo de Saeng)

Esta noche, le diría a Young Saeng toda la verdad. Me encargaría de decirle que tiene un hermano gemelo y lo que sucedió con su madre.

Tal vez lo lastimaría, pero no podría seguir escondiendo esto.

Creo que por el cariño que le tengo, no sería correcto conservar este secreto por siempre.

Fui a la tienda, compré jugo y galletas, por supuesto que las favoritas de mi querido hijo. Estaba parado en el cruce observando la hora en mi reloj.

No observe ni pensé en nada, solo quería llegar a casa para esperar la llegada de mi hijo y hablar con él. Todos los autos comenzaron a avanzar, ya que el semáforo ya había cambiado de color.

Mi descuido, ocasionó el accidente. Una luz muy brillante no me permitió ver nada, simplemente sentí el impacto por todo mi cuerpo.

Todo el cuerpo estaba adolorido, además de sentir un calor en la cabeza. Un calor irritante Y extraño.

¿Acaso sería la última vez que vería a mi hijo?, ¿La vida me estaba castigando por mentiroso?















• 23 años atrás •

Luego de haber aceptado cuidar al niño de Hye Bin, fui a verlo. Era un bebé tan pequeño e inocente dentro de una incubadora.

Mi corazón dolió en ese momento.

No pude imaginar lo que podría pasar ese bebé vulnerable al ser abandonado a la nada por su madre.

Aunque no era mi hijo, algo me llamaba a él. Era como si algo me dijera que debía hacerme cargo y permanecer a su lado para protegerlo.

Hye Bin, cumplió su palabra. Al día siguente despareció del hospital sin dejar rastro, además de llevarse a su otro hijo; Young Jae.

Yo fui al hospital por el otro gemelo y arreglé todo para ser quien lo cuidaría hasta el resto de sus días.


***

Cuándo pude cargarlo en mis brazos, el bonito niño abrió sus delicados ojos. Me obsequió una mirada pura y transparente.

Ese momento cambió mi vida. Me mudé a Seúl y allí crié al niño como mi hijo.

En un principio, debo admitir que fue complicado y agotador... Sin embargo nunca pensé en abandonarlo.

Young Saeng necesitó de muchos cuidados y también de medicinas para controlar su condición. Trabajé noches enteras, incluso días para obtener el dinero suficiente para criarlo y mantenerlo con salud.

Así fue como logré que creciera fuerte y sano.

El recuerdo más especial que tengo, fue su graduación de la preparatoria. Young Saeng siempre conservó una personalidad dulce, amable y empática con cualquier persona. Incluso con quienes guardan maldad en su corazón.

Aquel día, me agradeció por mi esfuerzo para que el pudiera estudiar. Me entregó su certificado y dos diplomas dentro de un folder.

Se quitó el birrete de la cabeza y lo puso en la mía. Sonrió y me abrazó fuerte, agradeciendo una vez más.

En ese momento afirmé de nuevo, que la desición de criarlo fue una bendición. Jamás me arrepentí de cuidarlo.











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Young Jae estaba bebiendo solo por ahí.

𝙈𝙄 Ú𝙇𝙏𝙄𝙈𝘼 𝙋𝙄𝙀𝙕𝘼 - 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙎𝘼𝙀𝙉𝙂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora