¿Cómo habría sido su vida si el amor lo hubiera envuelto como un refugio, si alguien lo hubiera amado con la pureza de quien no pide nada a cambio? Desde el instante en que lo vi, supe que mi corazón ya le pertenecía. No hubo dudas, no hubo miedos...
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"Mi corazon se debate entre latir con fuerza cuando lo veo y dudar si esto es solo una amistad"
Faltaban 5min para media noche, estaba demasiado nerviosa, todo lo que hacía era repetirme que debía respirar, que debía respirar lento y profundo, y que mis pies tenían que estar firmes.
cálmate, todo está bien, puedes estar tranquila.
Me repetía mientras fruncía el ceño y cerraba mis ojos una y otra vez, estaba vestida de manera casual, no sabía a dónde íbamos así que lo que pude hacer fue irme cómoda y presentable, llamaron a mi puerta, era uno de los guardaespaldas de Michael que al verme me sonrió de manera cálida.
Al acercarme al ascensor vi como estaba Michael inmóvil con las manos en sus bolsillos, llevaba el mismo tapabocas que la primera vez que nos vimos, no pude evitar sonreír mientras mi mirada iba Justo al suelo.
Como era posible que con solo verlo mis ojos no enfocaban nada más al rededor? Era como si en el mundo solo existiese él y nada más que el. Sus ojos me detallaron, pude sentir como mis mejillas ardían de timidez y como se tambaleaba de adelante hacia atrás en señal de nerviosismo.
Llevaba un abrigo largo que le llegaba hasta los pies, totalmente negro, su hermoso sombrero que nunca me cansaría de vérselo puesto.
.- Holá.- fue lo único que pude decir, mientras tomaba mis dos manos, sentí como bajo su mirada.
.- puedo decir, que estás realmente preciosa. - y lo volvía hacer, volvía a sentir que no había nada más en el mundo que escuchar su voz dirigiéndose hacia a mi, solo sonreí sin poder entablar la mirada con el, no podía, si lo hacía, sentía que me iba a desmayar.
En todo el trayecto a donde quiera que fuéramos solo hubo miradas y tomadas de mano que me hacían sentir suerte por saber y probar la textura de su piel, me hacía sentir segura, en armonía. Estaba empezando a pensar que no quería estar donde él no estuviera, y era tan placentero como peligroso.
Al llegar, pude notar que estábamos en un restaurant, mi miedo fue tal que antes de salir apreté tan fuerte la mano de Michael que esté pauso la bajada para poder mirarme algo intrigado.
.- estas bien?.- me miro.
.- te verán, nos verán.- dije negando con la cabeza.
.- está todo bien, tenía todo planeado, solo seremos tú y yo.- hizo una pausa.- y el chef por supuesto.- ante aquella respuesta, bajamos, el restaurant era muy alejado de la ciudad y pequeño, no necesitaba más.
Nos sirvieron lo que parecía, comida vegetariana, personalmente no me molestaba comer cualquier cosa, pero para mi sorpresa al final del servicio incorporaron salmón, suspiré agradecida.
.- fue así como llegue a la empresa, trabajar para acciones benéficas es lo que realmente me empuja a seguir, te juro que no hay nada que me complete más que eso.- dije tomando un trago de vino blanco mientras hacía una mueca.