¿Cómo habría sido su vida si el amor lo hubiera envuelto como un refugio, si alguien lo hubiera amado con la pureza de quien no pide nada a cambio? Desde el instante en que lo vi, supe que mi corazón ya le pertenecía. No hubo dudas, no hubo miedos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Mi madre siempre dice que las señales están frente a nosotros y que como seres humanos básicos, no somos capaces de captarlas a simple vista, a lo que a mi concierne, la vida nos susurra en el viento y pinta sus mensajes en los sueños, pero solo aquellos que prestan atención pueden escuchar su canción y leer su poesía."
En menos de un minuto Anastasia se había desmayado, pero al estar entre mi brazo tuve tiempo suficiente para tomarla antes que cayera al suelo, Bill reaccionó rápido y la tomo llevándola dentro de la casa posicionándola en el gran sofá del living, estaba preocupada y avergonzada por aquello, Michael al contrario estaba sereno,ayudando con los demás a tratar de despertar a Ana, en unos 10 minutos mi amiga empezó a reaccionar.
.- Lo lamento, no, fue mi intención.- decía mientras se sentaba.
.- segura que te sientes bien?.- pregunte de nuevo, nunca la había visto así.
.- Si, no, no quería llamar la atención así.
.- tranquila, pasa mas de lo que crees.- dijo Michael quien estaba a mi lado con un vaso de agua que se lo paso a mi amiga.
.- Gracias, por favor no pienses que estoy loca o obsesionada, es solo que...- Michael la interrumpe tocando su hombro.
.- esta bien, no hay nada que disculpar.- y entonces mi amiga solo asintió tomando un sorbo de agua.
Después de aquello, Michael le mostró algunas cosas a Ana quien prestaba atención a todo detalle dentro de la casa, estaba orgullosa de ella, se había comportado a excepción del desmayo, pero después de eso, parecía que nunca hubiera ocurrido, cuando el reloj marco las 11am llegaron dos mini vans y dos camionetas negras mas, mientras anunciaban que los niños estaban llegando.
.- Los recibo en un momento Luisa, ya vuelvo.- entonces toma mi mano.- acompáñame.- mire a Ana y esta solo asintió de manera que no tenia problema en quedarse sola unos minutos.
Subimos las escaleras y luego Michael entro a lo que parecía su cuarto, no tardo mas de dos minutos y volvió a salir, traía una cajita pequeña, y una sonrisa que delataba lo avergonzado que estaba.
.- Te quería dar algo.- abre la cajita y ahí estaba una pulsera roja,tejida, con diferentes piedresillas de color verde claro que decoraban el hilo que le rodeaba, algo tan simple pero que al verlo me reflejaba el.
.- esta semana fui a uno de los hospitales, y conseguí con que uno de los niño teje pulseras, le pedí que me hiciera dos al momento, y uno es para ti.- al escuchar aquello, mi corazón se encogió y se regocijo al mismo tiempo por dicho presente.
.- Es perfecto.- dije con una sonrisa reprimida y detallando la pulsera que Michael estaba colocándome.- ahora te tendré siempre conmigo.- susurre.
Tomo mi mentón e hizo que lo mirara para luego rozar nuestros labios, la timidez de Michael hacia que cada vez que quería besarme se sintiera como la primera vez, con cautela y cierto riesgo, sus labios se sincronizaban con los mios, y nos daban el mensaje que se necesitaban uno con otro.