𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑿𝑰𝑰𝑰

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𝑱𝑶𝑺𝑬𝑷𝑯

¿Alguna vez han tenido la necesidad de saber qué pasa con una persona que no está cerca?

Me está pasando justo ahora, no es un capricho, es una necesidad, tengo que saber algo, si está bien, si ya comió o lo que sea que tenga que ver con Maeve, lo necesito.

Dejo de lado cualquier pensamiento que me impida ir a buscarla y salgo hacía su departamento.

Justo cuando detengo el auto frente a su departamento la confusión me invade, Franco acaba de salir de ahí, se nota que está tranquilo y eso no es buena señal, ¿será que Maeve regresó con él después de lo que hizo?.

¿En serio lo estás juzgando?

Entro al pequeño edificio, subo hasta su departamento y toco el timbre.

—No insistas por favor, sólo vete Franco —piensa que soy él y lo agradezco pues ahora sé que no lo quiere en su vida.

—No soy Franco, soy Joseph  —está tardando en responder, tal vez tampoco me quiere en su vida.

—Hola —dice en cuánto abre la puerta, ha estado llorando, lo sé porque es muy notorio, su piel es tan blanca que es difícil querer ocultarlo.

—Hola, pasaba por aquí y creí que sería buena idea pasar a saludar, ¿estás bien? —asiente pero no es suficiente.
—Ví a Franco cuando se iba, ¿te hizo algo? —

—No Joseph, todo está bien, ¿necesitas algo? —entrecierro los ojos.

—Sí —avanzó hasta ella, tomo su rostro entre mis manos, sus ojos me dicen que desea esto tanto como yo y doy el primer paso.

Entramos al departamento y sin dejar de besarla cierro la puerta, sus labios siguen igual de suaves, sé que no pasó tanto tiempo sin vernos pero para mí fue una eternidad.

Sus manos están en mis hombros y las mías bajan hasta su cintura, el beso comienza a subir de intensidad pero Maeve de pronto se aleja.

—Lo siento —dice antes de dar media vuelta.

—¿Lo sientes? ¿por qué? —frunzo el entrecejo, no entiendo su actitud.

—Porque no debió pasar —bajo la mirada y sonrío.

—¿Es por qué estás con él? —pregunto sin pensarlo.

—¿A qué te refieres? —

—Estás con Franco, por eso no es correcto, ¿cierto? —espero con ansias su respuesta.

—¿Crees que podría estar con él después de lo que hizo? —si supiera que yo soy peor. —No es correcto porque más tarde o al día siguiente vas a irte, igual que siempre, y con Franco no pasa nada —

—Cuídate de él, cuídate mucho Maeve —camino hacía la puerta.

—¿Solamente de él tengo que cuidarme? —sus palabras me hacen parar en seco, ¿por qué está diciendo eso?.

—No entiendo —digo con dificultad.

—Si Joseph, pregunté que si sólo de Franco tengo que cuidarme —volteo a verla.

—Sí —me mira como si estuviera decepcionada y eso rompe mi corazón.

𝑴𝑨𝑬𝑽𝑬

La manera en que Joseph se porta cuando quiere hablarme de su secreto me hace dudar de él y la manera en que reaccionó hace unos minutos me dice que algo no está bien.

Una notificación me saca de mis pensamientos.

~ 📱 ~
Braden

👨🏼: Hola, ¿cómo estás?
4:15 pm

𝑺 𝑬 𝑹 𝑬 𝑵 𝑫 𝑰 𝑷 𝑰 𝑨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora