𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑿𝑳𝑰

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𝑱𝑶𝑺𝑬𝑷𝑯

El molesto sonido del despertador ha cumplido su objetivo una vez más, coloco mi antebrazo encima de mis ojos y bostezo, mis ganas de ser un adulto responsable están por el suelo.

Mi ángel comienza a moverse pero antes de que se levante pongo mi pierna encima y la abrazo, evitando que se vaya.

—Amor... —dice al terminar de bostezar. —Tenemos que levantarnos —tomo la cobija y la cubro, hace frío.

—No quiero, me niego a hacerlo, voy a llamar a Mark y le diré que estoy enfermo —

—No, tienes que levantarte e ir al trabajo, recuerda que tienes un par de reuniones importantes —la abrazo más fuerte, ella piensa que estoy jugando pero en realidad no quiero soltarla, algo en mi interior dice que no lo haga.

—Cinco minutos, por favor —me mira y sonríe, creo que la he convencido.

Hunde su rostro en mi cuello dónde deposita un corto beso, llevo mis manos a su espalda y empiezo a trazar garabatos imaginarios en su suave piel, su pierna descansa en mi abdomen, quiero quedarme así todo el día, junto a la persona que me brinda tranquilidad, quien desde el primer instante ha sido mi lugar seguro.

Beso su cabeza por encima de su cabello que por cierto huele a sandía, respiro para así poder satisfacer mi sentido del olfato, continúo acariciándola, tengo una necesidad de embriagarme de su esencia.

—Mi amor, vamos a llegar tarde —vuelve a repetirme las consecuencias que estoy dispuesto a enfrentar por quedarme junto a ella, pero tiene razón.

Maeve se levanta y va directamente al baño, miro al techo intentando comprender esa sensación rara que se encuentra en mi pecho pero por más que le doy vueltas al asunto no encuentro ninguna respuesta.

Al regresar mi mirada al frente observo a Maeve cepillando su lindo cabello, toma su teléfono y segundos después reconozco la voz de su cantante favorita.

Me levanto y me acerco a ella, recargo mi mentón en su hombro robándole una sonrisa genuina, poso mis manos en su cintura y la comienzo a balancear de lado a lado al ritmo de la melodía.

Come and take a walk on the wild side, let me kiss you hard in the pouring rain, you like your girls insane, so, choose your last words, this is the last time, 'cause you and I, we were born to die —sonríe y baja la mirada, da media vuelta quedando a centímetros de rostro. —No tienes idea de cuanto te amo —

—Tu tampoco, te amo muchísimo Joe, y es verdad que todos nacimos para morir, pero me niego a que sea pronto —sonríe.

—Eso no pasará, tenemos tantas cosas por hacer —beso sus labios y después su frente.

—Voy a despertar a Owen —

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Después de cepillar mis dientes y de ordenar la cama salgo de la habitación, en cuánto abro la puerta un delicioso aroma llena mis fosas nasales.

—Toma cariño, tu almuerzo —Maeve pone frente a Owen un platillo que luce exquisito.

—Niño consentido —agito el cabello del pequeño.

𝑺 𝑬 𝑹 𝑬 𝑵 𝑫 𝑰 𝑷 𝑰 𝑨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora