𝐔𝐧 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝐥𝐚𝐭𝐢𝐝𝐨 [+𝟏𝟖]

Capítulo 23

— Oye, ChamCham... ¿Has pensado en tener hijos algún día? — dijo Mon, apoyando su cabeza entre sus manos y los codos sobre la cama, acostada al lado de Sam.

— Eh... no, no creo que lo haya considerado. Con la forma en que soy, no creo que esté hecha para ser la madre de alguien — respondió, dejando de lado el libro que leía. — Nunca me cuestioné el empezar una familia, a diferencia de los demás.

— ¿Por qué no? La adopción siempre es una opción para las personas como nosotras...

— Bueno, sí. Tú podrías hacerlo, pero yo... no me llevo tan bien con los niños, así que... En mi opinión, los niños no son lo que hace una familia. Aunque todos son diferentes. No hay un modelo que haga una familia "completa". Mientras haya alguien que se preocupe por ti y te cuide... y tú hagas lo mismo por esa persona, superando cualquier dificultad, es más que suficiente para mí.

— Ahm... yo pienso que los niños son adorables — respondió la ojimiel de forma despreocupada, acostándose sobre su espalda, con la cabeza en las piernas de la pelinegra.

— ¡Bueno, creo que deberíamos de aprender más de cómo hacerlos, antes de hablar de tenerlos! — Sam se abalanzó sobre ella y comenzó a hacerle cosquillas.

— ¡Aaah... detente, pervertida! — Mon dijo riendo. — ¡No, basta!, ¡Cosquillas, no! ¡AYUDAAAA! — la habitación se llenó de sus risas y los besos que Sam repartía por toda la cara de joven.

...

Poco a poco, Mon abría los ojos... despertando de ese sueño que le había recordado el momento en el que ella y Sam hablaron de formar una familia.

— ChamCham... — La ojimiel dijo en voz baja, llamando la atención de su familia, que estaba en la habitación cuidando y esperando a que recobrara la conciencia.

— ¡Despertó! — dijo Phum con una gran sonrisa.

— Gracias a dios... Mon, estábamos muy angustiados — su tía caminó hacia la cama junto a su esposo para saludarla.

— ¿Cómo te sientes? Toma... — Phum se acercó a la joven con un vaso con agua.

— ¿Re-regresé al hospital? — la ojimiel colocó una de sus manos en su cabeza, se encontraba muy desorientada.

— Sí... Dijeron que colapsaste. Es bueno que la doctora estuviera ahí para ayudarte, ¿Por qué no tenías tu alarma? Te dije que la mantengas cerca de ti... — el hermano mayor de los Phetpailin no pudo evitar regañar a su hermana después del susto por el que habían pasado.

Detrás de Phum, apareció el doctor Aon, luego de que el tío de los jóvenes avisara a una de las enfermeras que su sobrina había despertado y así informar al cirujano del estado de su paciente.

— Estaba en la ducha, ¿Cómo demonios iba a saber que me iba a desmayar ahí? ¿Puedo quitarme esta estupidez? Me molesta — Mon respondió irritada por la situación en la que se encontraba, retirando la sonda en su nariz. — Dr. Aon, ¿Cuándo me dará de alta? Me siento bastante bien.

— Ah... Bueno, la cuestión es que... — el doctor desvió la mirada hacia Phum, dudando de si debía de ser él o su hermano el que le informe la situación en la que se encontraba.

— ¿Qué pasa? — insistió Mon al notar la mirada de los dos y el silencio en la habitación.

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