Capítulo 29

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Sabes en tu corazón que es inútil resistirse — Nita se levantó de la cama para buscar una mordaza y silenciar a Sam. — Tranquila, no seré muy ruda contigo, no todavía. Vamos a ir despacio, hasta que tú misma me ruegues que te haga todo lo que tengo en mente — de nuevo se sentó a horcajadas sobre ella y reanudó las caricias en su abdomen y desabrochaba su pantalón. Poco a poco, bajó con su lengua por su cuello, pecho y abdomen. — Te daré felicidad... El gusto que nunca has soñado... Solo déjalo en mis manos. Disfrutarás esto, limpiaré de tu memoria todas las cosas aburridas que has estado haciendo hasta ahora... Serás mía...

Esto es nauseabundo... ¿Qué estoy haciendo? Necesito detenerlo... ¡Ahora!

Mai no resistió más ser testigo de tal abuso y entró de inmediato a la habitación, donde estaban Nita y Sam.

¡BASTA! ¡ES SUFICIENTE! ¡ESTO CRUZA LA LÍNEA! — la neurocirujana se acercó a la cama, mientras Nita se incorporaba con sorpresa. — No puedes esperar que me quede sin hacer nada cuando le haces esto... ¡ELLA NO QUIERE! ¡SABES QUE NO QUIERE!, ¡NO HAY FORMA DE QUE ESTO SEA "CONSENSUAL" CUANDO TÚ FUISTE LA QUE LA PUSO CONTRA LA ESPADA Y LA PARED!

¡MAI! — Nita, furiosa, se puso de pie, intentando intimidar a la neurocirujana, siguiendo su rol de dominante y sumisa. — ¡¿QUIÉN TE DIO PERMISO PARA ENTRAR?!

¡AHORA NO! NO ERES MI AMA Y NO TE ESTOY HABLANDO COMO ESCLAVA, ¡ASÍ QUE, NO ACTÚES COMO SI PUDIERAS ORDENARME!, ¡¿REALMENTE PENSASTE QUE ME IBA A QUEDAR AHÍ SENTADA MIENTRAS VIOLABAS A SAM?! ESTÁS LOCA...

Se acercó a la pelinegra y le quitó la mordaza de la boca. — Lo siento. Ven, te ayudaré.

ME ESTÁS SACANDO DE QUICIO, ¿CÓMO TE ATREVES? ESTE ES UN PROBLEMA QUE TENGO QUE RESOLVER CON ELLA. NO TIENES LUGAR AQUÍ — Nita miraba con rabia cómo Mai liberaba a la pelinegra de las esposas.

Ah, ¿Y tengo que hacerme de la vista gorda ante esto? Tener problemas no es excusa para que le hagas lo que quieras. Aquí la patética eres tú. Esa niña solo era un peón para ti todo este tiempo... simplemente para que pudieras estar ahí para "atrapar a Sam" cuando cayera... Todo ese poder se te fue a la cabeza. Esto ha estado sucediendo por un tiempo... y tus acciones han estado trastornándose, entre más te conozco más cuenta me doy de eso.

¿De qué están hablando? — Sam terminó de abotonar su camisa y se puso de pie al lado de Mai. — ¿Qué acciones? ¿Qué hizo?

Sobre esa chica, ella... — Mai miró a Sam con culpa.

— ¡MAI! — Nita gritó, intentando callarla, sabía lo suficiente como para hundirla a ella y a su carrera, no solo para provocar la furia de Sam.

¡¿ESA CHICA?! ¡¿MON?! — Sam se alteró al darse cuenta de que había pasado algo con la ojimiel y que Nita estaba involucrada.

Sí... La-lamento decirlo, pero no creo que debas de seguir eludiendo la ley de esta forma, Nita.

¡¡MANTEN LA BOCA CERRADA!! ¡¿CREES QUE PUEDES APUÑALARME Y SALIRTE CON LA TUYA?! — completamente alterada, levantó la mano para abofetear a Mai, pero antes de impactar con la cirujana, Sam la detuvo, sujetando con fuerza su mano.

Quédate ahí y mantén cerrada la boca. Mai, dime qué tiene que ver Mon en todo esto, ¿Qué le hizo? — la pelinegra habló, sin perder el contacto visual con Nita, con la mirada fría y llena de desprecio. — No te ahorres los detalles. Quiero oírlo todo — finalmente, soltó la mano de la directora y miró a la neurocirujana.

𝐔𝐧 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝐥𝐚𝐭𝐢𝐝𝐨 [+𝟏𝟖]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora