𝐔𝐧 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝐥𝐚𝐭𝐢𝐝𝐨 [+𝟏𝟖]

Capítulo 25

— SE SUPONÍA QUE ESE CORAZÓN SERÍA PARA MON, ELLA ES LA RECEPTORA CON MAYOR PRIORIDAD, ¡¿CUÁL FUE LA RAZÓN PARA QUE LO MANDES AL CENTRO MÉDICO SUDESTE?!

— Eso fue más rápido de lo que había previsto — Nita miraba con indiferencia a la pelinegra, poniéndose de pie. — Y estoy segura de que ya has escuchado lo que le dije al Dr. Miller. Como directora, este tipo de decisiones son las que debo de tomar al final. Te haría bien no hacer de esto un asunto personal, Doctora Anantrakul. Tengo una prueba... Si quieres echarle un vistazo. Todo lo que hago es lo que se espera de mí, simplemente sigo el protocolo. Ya que este lugar es meramente un subsidiario del Sudeste, realmente no puedo ayudarte mucho. Mientras esté a cargo de ambos hospitales, no puedo poner a mis pacientes en riesgo solo porque el tuyo tiene prioridad. Aquí tienes... toda la evidencia que quieras ver, no voy a caer tan bajo como para no darte este tipo de información — entregó a Sam una carpeta con el expediente médico de la persona que recibió el corazón en lugar de Mon.

— Maldición... — dijo con voz temblorosa por la impotencia que sentía, mirando fijamente el documento que demostraba que el paciente del Sudeste tenía más porcentaje de compatibilidad y que su estado de salud en ese momento era más critico que el de Mon.

— Ahora no vas a acusarme de forzar esos resultados del laboratorio, ¿No? Hay una forma de solucionarlo, si insistes tanto en hacerlo personal... — miraba a Sam con malicia, sin que esta se diera cuenta, ya que su atención estaba sobre el expediente en sus manos. — Entiendo cómo te sientes, de verdad. El tener tantas esperanzas, solo para que sean aplastadas... Simplemente es una parte más de la vida — desvió la mirada e intentó sonar lo más relajada posible, pero eso no evitó la mirada de enojo que le dirigió la pelinegra. — No voy a destruir lo que ustedes dos tienen. No soy tan cruel. Haré todo bien, si sigues esta única condición: Deja este hospital y transfiérete al Sudeste.

— ¡¿Qué?!

— No será tan difícil encontrar otro donante de corazón compatible con tu... novia, ¿Qué tal? ¿Estás de acuerdo con esos términos y condiciones, querida? — estiró su mano para tocar el hombro de Sam, pero esta la sujetó con fuerza antes de que lo hiciera.

— Estoy plenamente consciente de qué tipo de autoridad tienes en tu posición, Nita. Será mejor que no te atrape haciendo algo turbio o te atendrás a las consecuencias — Sam hablaba con la mirada llena de rabia, sin soltar su mano, la cual sujetaba con fuerza.

Nita no pudo evitar un gesto de dolor, el cual cambió a ser de enojo y rápidamente se quitó el guante, mostrando su gran cicatriz a la pelinegra.

— Adelante y termina lo que empezaste, ya no me importa. A diferencia de ti, un fracaso como yo ya no necesita la precisión quirúrgica de estas manos.

— ¡¿De qué demonios estás hablando?! ¡¿Qué te hace pensar que quería esto, en primer lugar?! — soltó su mano y se alejó de ella. — Sabes muy bien que eso fue un accidente. Nunca tuve la intención... Nunca quise lastimarte, no como tú intentas hacer conmigo - Aún sigo sintiéndome culpable por ello. Me arrepiento de todo lo que ocurrió ese día, probablemente tanto como tú — Sam le daba la espalda a Nita, quien la veía en silencio, mientras sujetaba su mano adolorida. — Si vas a desquitarte con alguien, entonces yo debería de ser tu único objetivo. Mon no tiene nada que ver con esto — su mirada se llenó de aflicción al pensar en la ojimiel.

— Entonces, ¿Eso es todo, Anantrakul? Si es así, retírate. Tengo trabajo que hacer — se dirigió a su silla y se sentó, mirando hacia la ventana, para no ver más a Sam.

La pelinegr,a a pesar de su enojo, sabía que en ese momento ya nada podía hacer por ese corazón que le quitaron a Mon. Salió azotando la puerta, camino a la habitación de la joven, sabía que Aon la esperaba para darle la noticia a la ojimiel y quería estar con ella para apoyarla.