Capítulo 11: Ariadna

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Estuve dos semanas decidiendo con quién debía estar, volviendo a comer sola en el baño. Pasado este tiempo, comencé a juntarme con los jugadores del equipo de fútbol americano. Y, estando con Ivor, Ashton y los demás, me di cuenta que todo este tiempo había estado equivocada.

Ellos eran las personas con las que debía estar desde que empecé el instituto, hacía ya más de un mes.

Durante la primera semana de octubre, había pasado tiempo con ellos. Al principio me costó, pues eran personas a las que acababa de conocer. Y hombres. No obstante, me trataban como a una más del equipo, y eso me hacía sentir bien.

En tan solo una semana me habían hecho reunir un poco de confianza.

En varias ocasiones, Jaden y Caleb se intentaron acercar para que almorzara con ellos, pero yo me negué.

Supuse que Chloe no se acercaba porque "estaba demasiado afectada por lo que le habían hecho".

Pero yo ya no me creía esa mentira.

Ella me había dicho que ya lo había superado, podía acercarse perfectamente. Aunque prefería que no lo hiciera. No quería que nos molestaran más.

Un día, en una sesión con Laura, ella me preguntó por qué me había alejado de ellos. Yo quise cambiar de tema, pues no quería que supiera lo imbécil que era su hijo.

Aunque... Quizás si se lo contaba le regañaba.

No era una mala idea.

En nuestra próxima visita se lo diría.

Ayer el rubio —Ivor—, me invitó a ver el entrenamiento del equipo. Yo al principio me negué. Además, después me dijo que Jaden también estaba en él. Sin embargo, y tras insistir mucho, acabé aceptando.

Así que, aquí estaba.

En las gradas, observándoles.

No tenía ni idea sobre el fútbol americano, pero yo no apartaba la mirada en ningún momento de Ivor.

Cuando se quitó la camiseta por el calor —supongo que fue por eso—, me dedicó una mirada que no supe cómo descifrar. Algo en mí me dijo que estaba intentando ligar conmigo, pues sonrió pícaramente y se señaló las abdominales a la vez que me miraba. Sin embargo, otra parte de mí pensó que eso era imposible.

También recordé el día que vi a Jaden sin camiseta. Él no tenía el abdomen tan marcado como el rubio, pero aún así se le marcaban.

Un momento, ¿por qué estaba pensando en Jaden semidesnudo?

Sacudí la cabeza para eliminar esos pensamientos de mi cabeza.

No debía pensar en Jaden. No era una buena persona.

—¡Aria! —me llamó Ashton. Ya habían acabado el entrenamiento.

Me levanté del asiento de las gradas y fui hacia el campo. No pude pisar el césped, pues había una barrera que lo impedía.

—¿Qué te ha parecido? —preguntó su amigo, aún sin camiseta. Se revolvió su cabellera rubia con la mano. Ambos estaban llenos de sudor, al igual que sus compañeros del equipo.

—¿El qué?

—El entrenamiento.

"No sé. No entiendo de fútbol americano."

—Muy... Bien —Fue lo único que dije.

—Se nota que soy el quarterback, ¿no? —dijo Ivor sonriendo.

"El... ¿qué?"

—Sí, sí. Se nota, se nota.

Sonreí para hacer de mi mentira algo más creíble.

Aunque no lo pidas (Deseos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora