El agua caliente dejó de caer sobre mí cuando cerré el grifo de la ducha.
La tarde anterior, Aria, Chloe y Caleb vinieron a pasar el rato. Más tarde, mis amigos se fueron y Aria pasó la noche conmigo.
En principio, ese plan lo íbamos a hacer hoy, pero papá y Heather iban a venir a Los Ángeles, así que decidimos pasar tiempo juntos el día antes de mi cumpleaños.
Hoy, seis de junio del 2019, cumplía dieciocho años.
Y no solo eso, sino que Ariadna iba a conocer a las otras personas más importantes de mi vida.
Tenía miedo por cómo iban a reaccionar. La última —y primera— vez que les había presentado a una novia, esta había sido Jane. Y, bueno, digamos que no salió del todo bien.
Con la toalla azul alrededor de mi cintura, salí del baño.
Me sorprendió encontrar a mi padre mirando fijamente a mi novia. Di gracias al Universo de que las sábanas estuvieran tapando su cuerpo desnudo.
—¿Papá? ¿Qué haces aquí? ¿No ibais a venir por la tarde?
Me miró y abrió los brazos con una sonrisa.
—¿No me vas a dar un abrazo, cumpleañero?
—Sí, pero...
Se acercó a mí y me abrazó. Yo, sorprendido y confuso a partes iguales, envolví mis brazos alrededor de su cuerpo.
—¿Qué hace esta chica aquí? —preguntó, señalando a Aria.
—Papá, es...
—Ya estás tardando en despertarla y decirle que se vaya. Venga, te esperamos abajo.
Dio media vuelta y se dirigió a la salida de mi habitación.
—Papá, espera —dije a la vez que le pellizcaba la parte de la espalda del traje, frenándole. Él casi siempre se vestía con ese tipo de ropa. —No quiero que se vaya.
Se giró otra vez.
—Jaden, un polvo es un polvo, si pretendes dejar que cualquier chica con la que te acuestas se quede a dormir en tu cama...
—No es solo un polvo. Es mi novia. Y hoy es mi cumpleaños y yo decido si se queda o se va. Y elijo que se quede.
Papá se mostró decepcionado.
—Jaden, hijo... Tú no puedes tener novia.
Me indigné.
—¿Que yo no puedo qué? O sea, yo no puedo tener novia, pero mi hermana sí. ¿Es enserio, papá? ¿Me puedes decir qué diferencia hay entre ella y yo?
Suspiró.
—Heather puede tener novia porque ella es mayor y sabe los riesgos que conlleva. Ella es una mujer segura de sí misma y fuerte, que sabe defenderse e identificar a las personas tóxicas para alejarse de ellas.
—Yo también —dije. —Por Dios, han pasado casi cuatro años. ¡Tenía catorce cuando conocí a Jane! Era un niño, no sabía nada de la vida y ahora...
—Y ahora tampoco —me interrumpió. —Jaden, deja de decir tonterías. Tú todavía no puedes tener novia y punto.
Mi padre dio media vuelta, de nuevo, para salir de mi cuarto.
—Aria me hace feliz —dije, de repente.
Me miró. No supe identificar cómo.
No dijo nada, simplemente se fue, cerrando la puerta detrás de sí.
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Aunque no lo pidas (Deseos #1)
Romance«Quiero ser la melodía de las canciones que cantas. Las zonas iluminadas de un retrato en blanco y negro. Quiero que seamos los protagonistas de nuestra propia novela romántica.» Bilogía Deseos COMPLETA Alba Navarro