Capítulo 16: Ariadna

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Mi primer beso no fue suave ni gentil.

Sino todo lo contrario: feroz y arriesgado.

De todas las cosas que podrían haber sucedido en ese momento, aquella, fue la que menos me esperaba.

Jaden besándome.

En la puerta de mi casa.

En plena discusión.

Jo-der.

Jaden me sostenía con firmeza, como si temiera que pudiera desaparecer en cualquier momento. Sus manos se aferraban a mi rostro, mientras nuestros cuerpos se apretaban el uno contra el otro. Sentí la tensión en los hombros de Jaden, pero también la urgencia en sus labios y en su lengua que buscaban explorar cada rincón de mi boca.

En un rápido movimiento, me apretó contra la puerta de casa.

Intenté seguir los movimientos que hacía Jaden, pero mi falta de experiencia me delataba.

Sus labios eran suaves y cálidos.

Mientras que los míos intentaban seguir los suyos, para hacer del beso una experiencia más agradable para él.

Se notaba que sabía lo que hacía. Había mucha certeza en la forma en la que se movía, nada de preocupación o miedo. Por mi parte, no sabía qué hacer con otras partes de mi cuerpo.

¿Qué debía hacer con los brazos?

Los elevé para que no se quedaran quietos y no parecer una estatua, mientras Jaden me besaba. Los coloqué en su pecho e hice lo que quise hacer cuando lo vi sin camiseta.

Entendí por qué en los libros describían que, los protagonistas de la escena, sentían que el tiempo se detenía. Al menos durante unos segundos.

Era verdad.

Todo lo que había leído sobre los besos, era cierto.

¿Sería también mi primera vez como en una novela romántica?

¿Sería con Jaden?

Aquel pensamiento hizo que mis movimientos se detuvieran. Él pareció notarlo, por lo que también paró.

Después de un tiempo sin decir nada, mirándonos a los ojos. Habló.

—Lo siento, yo... No debí haber hecho eso.

No dije nada; estaba perpleja.

—Perdón, Aria —repitió. —No quise... ¡Y una mierda! Sí que quise. Sí he querido besarte. Llevo mucho tiempo queriendo hacerlo y, joder, Ariadna, sé que no era el momento, pero es que no he podido evitarlo.

Se calló esperando una respuesta.

—No me llames así —dije con calma.

Jaden sonrió e, inevitablemente, yo también lo hice.

Se me escapó una risita. Tuve que bajar la cabeza de la vergüenza que sentía en ese momento. El calor en mis mejillas me indicaba que debía estar roja como un tomate.

Me mordí el labio inferior y volví a alzar la mirada.

Tragué saliva.

Jaden había dejado de sonreír.

Me puse seria.

—Eh... —comencé, tratando de buscar algo que decir para hacer de la situación algo menos incómoda. ¿Qué se suponía que hacían las personas después de un beso, en la vida real? —Creo que debería... —Señalé la puerta de mi casa. Él lo entendió al instante.

—Ah, sí. Irte. Bueno, si es lo que quieres.

—No quiero —dije sin pensar. En el momento que escuché mis propias palabras salir de mi boca, me arrepentí. —O sea, sí quiero, porque tengo cosas que hacer. Deberes y tal. Ya si eso quedamos otro día.

Volví a tragar saliva.

Después de haber dicho eso, debí haberme movido.

Pero no lo hice.

—Vale.

—Vale, ¿qué? —pregunté. Había perdido el hilo de la conversación, rememorando lo que acababa de suceder.

—Que me parece bien que hagas los deberes. Es importante para aprobar.

Ambos sabíamos que no teníamos deberes, pero él decidió seguirme la mentira.

—Bueno, ehm... Adiós, supongo.

—Hasta mañana.

Pero nadie se movió.

Desvié la mirada de los ojos azul eléctrico de Jaden, que tenían un brillo muy bonito, al coche que aparcó en el garaje de casa.

Era Gabi.

—¿Quién es?

—Mi hermano. Debe haber pasado algo para que haya salido del trabajo tan pronto.

—¿De qué trabaja?

—Es cajero en Walmart.

Asintió con la cabeza, murmurando un "Mhm".

Gabriel salió del coche con desesperación; definitivamente había pasado algo.

—¡Ariadna! —Me llamó. Ni siquiera se fijó en el chico que estaba conmigo. —He recibido una llamada. Es muy importante.

—¿De quién? ¿Qué pasa? —Me alarmé.

—Del hospital clínic de Barcelona. Mamá ha tenido una sobredosis. 

**********

Hola.

Adiós.

-Albita

Aunque no lo pidas (Deseos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora