Capítulo 18: Ariadna

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Tragué saliva antes de decirlo.

—Lo siento —me disculpé. —Siento haber sido tan estúpida. Siento haber caído en las mentiras de Ivor y Ashton. Siento haberme alejado de vosotros.

—Punto número uno —comenzó Chloe: —No eres estúpida. Punto número dos: no tienes que disculparte porque no es tu culpa.

—Y tercero —añadió Caleb: —Te seguimos considerando nuestra amiga.

Sonreí, y eso que tenía ganas de llorar.

De llorar por un motivo que llevaba años sin ser la razón de mis lágrimas.

De llorar de felicidad.

—Venga, ven aquí —dijo el pelirrojo, abriendo los brazos.

¿Quería que le diera un abrazo? Bueno, no perdía nada por hacerlo.

Me levanté de la silla, rodeé la mesa de la cafetería con los brazos abiertos y me acerqué a él.

Cuando nos fundimos en un bonito abrazo de amistad, comencé a sollozar.

—Perdón. Joder, qué tonta soy —dije, una vez nos separamos.

Me reí.

Y ellos se rieron conmigo.

En otras circunstancias habría pensado que se reían de mí, pero las cosas ya habían cambiado.

Y me sentía muy orgullosa por haberlo conseguido.

También debía disculparme con Laura, por haber insultado a su hijo.

Seguro que lo entendía.

—Tengo una idea, ¿quieren escucharla? —propuso Chloe.

—No —le respondió el pelirrojo.

Ella le sacó la lengua, como burlándose de él. Luego rieron. ¿Era yo, o aquí saltaban chispas? ¿Qué había pasado entre ellos dos en mis días de ausencia?

—¿Qué se te ha ocurrido, Chloe? —pregunté, ya en mi sitio, al lado de Jaden.

—¿Qué te parece si tú y yo hacemos una pijamada de chicas?

Sonreí.

—Eso sería genial.

—¡Perfecto! Pues, hoy en mi casa. Ya te confirmaré la hora.

—Eh, eh, eh —dijo Caleb. —Y nosotros, ¿qué? También tenemos derecho a ir, ¿no?

Chloe negó con la cabeza.

—Lo siento, chicos. Será una fiesta de solo mujeres. Los hombres no están invitados.

—Muy bonito, Chloe. Muy bonito —se indignó este. —Y yo que creía que me amabas.

—Eso no tiene nada que ver. Mi fiesta, mis normas. ¡Invitaré a Katrisse también!

—¿Quién es Katrisse? —pregunté.

—Una amiga nuestra —respondió Jaden. —No la vemos mucho porque ella tiene otro grupo de amigos, pero tenemos muy buena relación. Con ella y con Archie.

Joder. ¿Por qué cada vez que le veía recordaba el beso? Dios, quería olvidarme de eso de una vez por todas. Qué vergüenza.

Asentí, dando a entender que lo había entendido.

Por mi mente lo único que sucedía, era ese beso.

Ese maldito beso.

—Bueno, supongo que estará bien conocerla.

Aunque no lo pidas (Deseos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora