Capítulo 33: Ariadna

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Advertencia:

El siguiente capítulo tiene sexo

Si eres mayor de 18 años, adelante. Si no, la verdad es que no me importa. Yo tampoco soy mayor de edad xd (el año que viene sí *llora*)

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Capítulo 33: Ariadna

Mis labios besaban los suyos con pasión.

Su respuesta me hizo entender que Jaden había captado el mensaje que le había tratado de dar.

Sus manos acariciaban mis mejillas.

Quería hacerlo.

Se me pasó por la cabeza la idea de pedirle que apagara la luz de la habitación, pero recordé todo lo que me había acabado de decir.

Estaba enamorado de cada parte de mí.

Era una sensación muy bonita. Y me encantaba sentirme de esa forma.

Querida.

Amada.

Deseada.

Apoyé mis manos en su pecho y lo acaricié. Noté que se le formaba una sonrisa y eso hizo que, inevitablemente, también se formase en mi rostro.

Cuando nos separamos unos milímetros, me mordí el labio inferior, mirando cómo a sus ojos azules les llegaba un brillo que me hizo sentir especial. Eso pareció provocarle, pues volvió a besarme con más ganas que antes.

No sabía con exactitud qué debía hacer, pero llevé mis manos a la cintura de su pantalón y jugué con ella. Comprobé que no tenía nada debajo, y eso hizo que a mis mejillas les llegase un calor agradable.

Volvió a reírse contra mis labios.

Las manos de Jaden se acercaron a mis pechos. No seguro de si tocarlos o no. Dejé de jugar con su única prenda de ropa e hice que los tocara.

Comenzó a acariciarlos de forma suave por encima de mi camiseta, sin llegar a tocar el centro de ellos. Llevó una mano a la parte baja de la prenda y la subió con lentitud.

Dejando los miedos y las inseguridades atrás, le ayudé a quitarme aquella camiseta que me había dejado.

Abrí los ojos y me lo encontré observando aquella parte de mi cuerpo con admiración.

Sonreí porque sabía que le gustaba lo que veía.

De nuevo, acerqué su rostro al mío para continuar con nuestro juego. Sin embargo, Jaden no besó mis labios, sino mi cuello.

Jadeé, por primera vez en toda la noche, al sentir su lengua acariciándolo. Volví a morderme el labio inferior a la vez que revolvía su cabello castaño oscuro.

Tragué saliva cuando comenzó a bajar.

Dejó un camino de besos justo en medio de mis pechos mientras jugaba con ellos. También bajó los brazos para llevar sus manos a mi cintura, lugar que estaba besando en ese momento.

Sus ojos eléctricos volvieron a conectar con los míos.

No estaba seguro de si continuar.

Asentí con la cabeza, dando a entender que no quería que parase. Quería que esa fuera la noche más mágica de mi vida.

Pensé que iba a quitarme los bóxers, mas no lo hizo. En su lugar, volvió a besarme en los labios. Con su mano entre mis piernas, hizo un gesto para que las abriera.

Aunque no lo pidas (Deseos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora