Cuando llegué a casa y no vi a mi padre borracho en el salón, me entristecí.
Quise dirigirme a su habitación para corroborar si estaba o se había ido, pero era inútil.
Había fallecido la semana pasada.
Por mucho que él hubiera fallecido odiándome, en mí aún vivían los recuerdos de mi niñez, en los que aparecía un atento y cariñoso padre.
Aquel que echaba de menos.
Seguía llorando por él, por mi familia.
Porque todavía había una pizca de esperanza de que todo se pudiera arreglar.
Aunque una parte de mí sabía que no iba a suceder.
Porque él estaba muerto.
Y mis demás familiares me querían como él.
Sin embargo, ¿qué importaba la familia cuando tenías un grupo de amigos que te querían y te lo demostraban día a día?
Katrisse y Archie se habían vuelto muy cercanos a mí. Por otro lado, Chloe ya lo era, y seguíamos teniendo la misma amistad que anteriormente.
Escuché unas risas en la habitación de mi hermano, Gabriel. Quise decirle que ya había llegado a casa del instituto, preguntarle cómo estaba y abrazarle para sentirme mejor.
Llamé a la puerta varias veces hasta que escuché su voz.
—Adelante.
Abrí la puerta y lo que vi me sorprendió.
Había un hombre de, más o menos, la edad de Gabi. Sus rostros estaban rojos, como si les hubiese pillado haciendo algo indebido.
Y entonces me fijé.
Mi hermano tenía una marca en el cuello.
Un chupetón.
Se habían estado besando.
Gabriel era...
—Hola, Aria. ¿Qué tal el insti hoy?
—Bien... Gabi, ¿por qué no me lo habías dicho?
Juntó las cejas y miró a su... ¿novio?
—¿El qué?
—¿Te gustan los hombres? —pregunté, a pesar de ya saber la respuesta.
—Eh...
Se rascó la nuca.
—Sabes que lo habría entendido, ¿verdad? Yo soy bisexual, también lo sabes.
—Sí, pero... No sé. Lo siento, Ariadna. Sé que debí habértelo contado antes, pero no sabía cómo hacerlo. Lo siento.
—Gabi, eres mi hermano. Nunca supe por qué te volviste más cercano a mí, cuando ocurrió lo de la cena de navidad en 2016, pero ahora lo entiendo. Eres...
—Gay, soy gay.
Tragó saliva; le costaba admitirlo en voz alta.
Lo entendía, yo también había pasado por lo mismo.
—Te quiero, Gabi.
Sonrió.
—Yo también te quiero, hermanita.
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Aunque no lo pidas (Deseos #1)
Romance«Quiero ser la melodía de las canciones que cantas. Las zonas iluminadas de un retrato en blanco y negro. Quiero que seamos los protagonistas de nuestra propia novela romántica.» Bilogía Deseos COMPLETA Alba Navarro