Alguien llamó al timbre de casa.
Di las gracias al Universo porque mi padre seguía durmiendo en el sofá. Como Gabriel trabajaba por las tardes, yo fui la persona que tuvo que abrir la puerta.
Esperé que fuera Ivor, Ashton o alguno de los del equipo, con los que ya había conseguido reunir bastante confianza. Sin embargo, puse una mueca de desagrado cuando vi de quién se trataba.
—Tenem...
Cerré la puerta antes de que Jaden pudiera acabar la frase que llevaba tiempo repitiéndome.
"Tenemos que hablar"
"Y una mierda. Vete a hablar con tu puta madre."
No quería ni pensar en él. Aunque, por desgracia, se colaba hasta en mis sueños. Es muy difícil dejar de pensar en alguien cuando esa persona te atrae.
Volvió a llamar al timbre.
Lo ignoré y di media vuelta para ir a mi habitación.
Y lo hizo de nuevo.
Quise volver a hacer como que no había nadie detrás de esa puerta, pero vi que papá comenzó a moverse.
Mierda, se iba a despertar.
Y mierda, Jaden no pararía hasta conseguir hablar conmigo.
Joder, joder, joder...
Si papá se despertaba, me iba a caer una buena bronca. A ver, nunca me hablaba, pero si la otra vez, cuando quiso pasar al salón y yo estaba en medio de la entrada, me gritó, estaba segura de que en este caso lo volvería a hacer.
Inútil.
Niñata.
Enferma.
Gorda.
Ese tipo de cosas me iba a decir si lo hacía despertar.
E incluso algunas mucho peores.
Cuando se escuchó el timbre por cuarta vez, corrí hacia la puerta y la abrí con furia.
—¿Qué coño quieres? —susurré. La cerré detrás de mí.
—Quiero hablar contigo.
—¿Sobre qué?
—Creo que ya lo sabes.
Me crucé de brazos y comencé a mover la pierna izquierda con inquietud.
—Pero primero quiero que escuches algo.
Sacó el móvil del bolsillo y buscó un archivo que, segundos después, comenzó a reproducir.
Era un audio.
Un audio de Ivor y Ashton.
—No sé si lo sabes pero es ilegal grabar la conversación de dos o más per...
—Calla y escucha.
Estuve a punto de quejarme por la forma en la que me dijo eso, no obstante, escuché mi nombre salir de la boca de Ivor.
—Aria... es guapa de cara.
—Yo no me la follaría.
Mi pierna dejó de moverse cuando entendí el tema principal de aquella conversación.
Era yo.
Yo era la protagonista.
La forma de la que hablaban de mí me produjo arcadas que conseguí disimular.
Me sentía un objeto sexual.
Ivor estaba relatando —de forma muy explícita— la manera en la que tenía pensado... Eso.
A pesar de saber que el audio estaba editado, pude comprobar que las voces eran reales. Que era una conversación real que habían tenido ellos dos.
Descrucé los brazos, perpleja y con ganas de llorar.
Mis amigos...
Laura tenía razón.
Jaden nunca se inventó nada ni quiso hacerme daño. Jaden...
Jaden se preocupaba por mí.
Cuando la grabación cesó, me quedé completamente callada. No sabía qué decir.
—Aria, yo jamás quise ponerte en mi contra —comenzó el ojiazul. —Verás, yo... Yo quiero darte lo que tengo para ofrecer: una bonita amistad. Siento mucho que hayas creído las mentiras de esos imbéciles, pero yo te lo advertí.
—¿Ahora la culpa es mía? —me indigné.
—¿Qué? No. Yo no he dicho eso.
—Sí lo has dicho. En otras palabras, pero lo has dicho.
Juntó las cejas, confundido.
—¿Por qué piensas eso? Yo solo he dicho que ya te lo había dicho an...
—¿Crees que esto es mi culpa? —Me acerqué a él. —¿Crees que soy tan tonta como para caer en las mentiras de cualquier gilipollas que se me pase por delante? Es eso, ¿verdad, Jaden? Crees que soy una estúpida.
Negó repetidas veces con la cabeza.
—No, no, no. Te estás confundiendo, Ariadna. Yo...
Le apunté con el dedo.
—¡No me llames así! Solo mi hermano puede llamarme de esa forma. ¡No te atrevas!
—¡Bueno, pues perdón! ¡Ahora se ve que no puedo ni llamarte por tu nombre!
—¡Tú no!
—¿Por qué? ¿Por qué yo no, eh?
—¡Porque tú no eres mi amigo!
—¿Qué yo no soy tu amigo? —se indignó. —¿Qué cojones he estado haciendo todo este tiempo? ¡Preocupándome por ti! ¡Intentando tener esta puta conversación contigo desde que te empezaste a alejar de nosotros! Lo único que he hecho estas semanas ha sido comerme la maldita cabeza, pensando qué mierdas puedo hacer para volver a estar contigo.
—¡Pues no te preocupes tanto, porque yo no me preocupo por...!
Y entonces estampó sus labios sobre los míos.
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AAAAAHHHLKSPSDAJANJCNSKV.
¿Os ha gustado este capítulo? YO LO AMO.
En fin, en el siguiente veremos cómo reacciona Ariadna ante el beso de minobio Jadensito.
Os quiero mucho <3
-Albita
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Aunque no lo pidas (Deseos #1)
Romance«Quiero ser la melodía de las canciones que cantas. Las zonas iluminadas de un retrato en blanco y negro. Quiero que seamos los protagonistas de nuestra propia novela romántica.» Bilogía Deseos COMPLETA Alba Navarro