Aunque no lo pidas (Deseos #1)

Capítulo 20: Ariadna

Jaden: Yo me tuve que ir porque me estaba agobiando

Aria: Quieres hablar de ello??

Jaden: Nah, tranqui. Ya lo hemos arreglado. Ha pasado una semana, jaja.

Aria: Ah vale, bueno me alegro de que lo hayáis hablado. Igual te he preguntado un poco tarde xd

Aria: Perdón.

Jaden: No pidas perdón, no tienes que hacerlo lol

Aria: Bueno, pues perdón por pedir perdón

Jaden: Aria *carita llorando*

Aria: Perdón, perdón

Aria: Ay

Aria: Joder

Aria: *Caritas llorando*

Jaden: Jajaja

Aria: JAJKAMNSKOFO

No sabía qué más decir, pero no quería acabar la conversación todavía. Opté por preguntarle qué estaba haciendo.

Jaden: Dibujando un retrato

Aria: OOOOOOO

Aria: Puedo verlo??

Jaden: Sí, claro

Esperé a que me lo enseñara.

Jaden: *foto*

Aria: DIOOOOOOS

Aria: Es super realista

Aria: Dibujas dpm

Jaden: dpm?

Aria: De P*ta Madre

Jaden: Ah, vale. Gracias lol

Aria: De nada xd

En la parte superior de mi teléfono, me apareció la notificación de una llamada entrante desde España.

No supe si contestar, pues era un número que no tenía en los contactos. Sin embargo, algo en mí me dijo que debía hacerlo.

¿Y si era alguien de mi familia, que me llamaba para pedirme perdón?

No, imposible. Aquello no iba a suceder nunca.

Gabriel estaba trabajando en Walmart, y Ricardo —papá— estaba borracho en el sofá, viendo la tele. Obviamente a él no le podía pedir que cogiera el teléfono: iba a pasar de mi cara. O me diría algo como: "¿Te ves en condiciones de pedirme algo, después de hacer que la familia se ponga en mi contra?" O me cogería el móvil y lo tiraría por el retrete, solo para joderme.

Papá nunca me hablaba, pero si lo hacía, ese era el motivo: hacerme sentir mal.

Así que no me quedó de otra que contestar yo misma. Pero antes, le envié un mensaje a Jaden.

Aria: Espera un momento, que me están llamando

Jaden: OK

—¿Hola? —dije en castellano. —¿Quién es?

Silencio.

—¿Hola? —repetí.

—Hola, Ariadna, cariño. Espero que te acuerdes de mí. Soy mamá.

Casi se me cayó el móvil al suelo.

Me comenzó a temblar el cuerpo.

—Ma-mamá... —dije en un hilo de voz.