Eɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ ᴛᴏ ᴍᴇᴇᴛ ʏᴏᴜ [Eʟ Mᴀʀɪᴀɴᴀ] ✓

𝟷𝟷. 𝙲𝚘𝚗𝚏𝚎𝚜𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚢 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚎𝚍𝚒𝚍𝚊𝚜

ANALISE'S POV

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Antes de correr tras de Roier, me metí una menta en la boca para disfrazar mi aliento y de mi bolso saqué el pequeño perfume que guardaba conmigo, me rocié una cantidad considerable a todo mi alrededor para no andar de apestosa.

—A ver, ven. — Le dije a Osvaldo, antes de que entrara al edificio.

—¿Qué pedo? - Me preguntó.

Yo me puse delante de él, para empezar a rociarlo con mi perfume.

Él me miraba extrañado mientras esparcía por todo su torso el aroma.

El olor de la marihuana se había impregnado en su ropa también, ya que al ser muy apestosa y al haber estado conmigo cuando estaba fumando, lo había llenado del olor.

Termine de ponerle el perfume y tape el frasco y lo mire con una sonrisa.

—Huele rico, ¿No? — pregunté con una sonrisa grande, metiendo el frasco a mi bolso.

—Sí. Pero ahora apestaré a tu perfume toda la noche. — Me dijo con una sonrisa y una ceja enarcada.

No había pensado en eso, si alguien se daba cuenta a que apestaba a mi perfume y si sabían que yo era la dueña de ese olor se podrían malinterpretar las cosas y digamos que la foto que aún sigue generando mucho alboroto y esto tal vez no ayude mucho.

—¿Y prefieres apestar a mi delicioso perfume o a marihuana? — le pregunté con una sonrisa.

—Okay. No creo que las cosas se arreglen mucho si voy con todos oliendo a ti. — Dijo burlón.

Yo me reí, no nos íbamos a librar de esa mierda tan fácilmente.

Yo me reí de lo que dijo.

—Bueno, si preguntan fue para reforzar amistad. — Dije para después entrar

Entramos al lugar en donde estaba siendo la fiesta, eran más de la 1 de la mañana y la fiesta debía acabarse pronto.

—Iré a ver qué quiere la Enana. — me aviso.

Yo asentí.

—Sí, nos vemos. — Me despedí y tomé mi camino y él el suyo.

Aunque al ver el ambiente que tenían, serían capaces de pagar más porque los dejaran más rato ahí o harían after en el antro del hotel.

Todos seguían muy felices bailando en la pista, lo que daría por ir a bailar con ellos, Pero tenía que ir a hablar con Roier.

La verdad hubiera preferido ponerme hasta el culo y así poder justificarme.

Osvaldo se había ido Donde Félix y Rivers le llamaban, yo tenía que ir a ver donde se había ido el tripón.

Las luces de colores, reflectores, el humo que producían las máquinas del DJ, los meseros y todos los streamers famosos borrachos me estaban impidiendo un poco salir.

Y a demás, estaba cansadísima con los tacones, eran tipo unos botines con mucho tacón y yo tratando de correr.

Trataba de que no se me fuera a doblar una pierna y caerme, para terminar de hacer el ridículo.

¿Qué estaría pensando Roier de mí?

Había dejado a Iván solo en la mesa después de tirarle el pedo y darle entrada, para después irme y casi besarme con Osvaldo.

Ahora que lo pensaba si se escuchaba bastante mal.

Camine y fue donde encontré las mesas, en donde estaban las mesas y los sillones en donde estábamos sentados.