𝐹𝑖𝑛𝑎𝑙

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EL MARIANA' S POV.

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La Velada había sido hacía casi 5 días y a pesar de haber sido un evento de otro nivel tanto en producción, como en ambiente. Lo habíamos disfrutado en grande, dejando de lado todo el desmadre que hubo en redes sociales los últimos días.

Convivir todos juntos en la casa Madrid, ir de compras y fiesta un día después de que el evento terminó fue una de mis cosas favoritas del viaje.

Los dos combates que se aventó el Enano fueron lo mejor de la noche, nadie jamás podría replicar lo que ella había hecho ese día y sin duda era digno de admirarse. Desde que éramos niños supe que esa morra estaba loca, siempre quería ser la mejor en todo y sobrepasar los límites en cualquier sentido.

Había inspirado a tanta gente, todos lo amaban. Pero así como había gente que la amaba, había muchísimos que le estaban tirando comentarios muy feos en redes sociales.

Comentarios llamándola llorona y antideportiva, solamente por decir la verdad sobre que le habían robado. Y en todo eso también entraba el hate que le estaban tirando a Annalise. A muchos les causaba gracia lo que había hecho y otros decían que no había necesidad de que hiciera algo tan grosero y mal educado. Ella sabía que había hecho mal y aunque lo evitamos el hate que nos llegó a todos era masivo.

Pero lo importante era que la gente de nuestro país las idolatraba, decían que Rivis había puesto el nombre de México en alto al dar sus dos combates, aunque su cuerpo no daba para más ella siguió de pie. Y a Annalise también, decían que ella había salido a decir lo que todo el país y toda Latinoamérica pensaba.

Habíamos llegado a México hacía 4 días, dos días en los que me habría gustado que salieran de maravilla, pero la verdad era que no, estos días habían sido tan pesados tanto físicos, como mentalmente para mí.

De echo, ahora mismo me encontraba en la casa de Rosa. Mi cabeza era un caos todos estos días, necesitaba de su ayuda para poder aclarar mis pensamientos.

Desde que llegamos a México, no podía dejar de ver a Leslie cada que miraba a Annie. Por más que me esforzara en que su cara no se proyectara en mi mente cada que la veía.

Su cumpleaños estaba muy próximo a suceder, faltaba poco para la fecha y ese día siempre había sido muy difícil para mí. Aunque evitara ponerme mal, no podía hacerlo, no podía dejar de pensar en Leslie y me sentía mal por ello.

Desde que me hice novio de Annalise, le pedí que fuera mi novia porque le había tomado cariño y creía que los recuerdos de Leslie ya no se proyectarían más en mi mente. Pensé que esa sería una asombrosa manera de cerrar ese ciclo y tratar de comenzar una vida nueva en la cual su recuerdo fuera solamente lo que es; un recuerdo.

Pero me había equivocado y desde que estábamos juntos, en ningún momento dejé de verla como Leslie, por más que me esforzara no podía evitarlo.

Antes de que me funen, claro que quería a Anna, le había tomado un enorme cariño, se había vuelto en una persona muy importante para mí, pero, aún no estaba listo para una relación.

Y todo esto que te acabo de narrar, era lo que le había platicado a Rosa.

Ella me miraba, con su semblante neutro, como lo hacía siempre que le contaba mis problemas.

—Bueno, creo que lo que me acabas de platicar fue lo que te dije desde un inicio. — Hablo la mujer.

—Lo sé, Rosabeth. Pero ya ha pasado tanto tiempo desde que Leslie ya no está aquí, ¿Por qué es tan difícil dejar de pensar en ella? — le pregunté, frustrado.

Eɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ ᴛᴏ ᴍᴇᴇᴛ ʏᴏᴜ [Eʟ Mᴀʀɪᴀɴᴀ] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora