Eɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ ᴛᴏ ᴍᴇᴇᴛ ʏᴏᴜ [Eʟ Mᴀʀɪᴀɴᴀ] ✓

𝟸𝟸. 𝚁𝚎𝚌𝚞𝚎𝚛𝚍𝚘𝚜 𝚊𝚋𝚛𝚞𝚖𝚊𝚍𝚘𝚛𝚎𝚜.

EL MARIANA' S POV.

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Recién había llegado del trabajo, había tenido que grabar algunas cositas que me tenían muy emocionado.

Y al llegar en el lobby me sorprendieron con que me habían enviado un bonito ramo de girasoles, cuando lo recibí una enrome sonrisa se ilustró en mi rostro. Nunca me habían enviado flores y era un gesto que me había encantado.

En una de las muchas llamadas que había tenido con Annie le había comentado que los girasoles eran mis flores favoritas y ahora que leía la nota que venía en el ramo supe que eran por parte de ella y sentí muy bonito en el corazón.

Tenía muchas ganas de salir con ella, todos los días hablábamos por mensaje o por llamada, queríamos salir el día de hoy, pero estaba teniendo mucho trabajo y apenas y teníamos oportunidad de salir.

Ella estaba más enfocada en prender stream, ya que tenía mucho que no lo hacía. También habíamos estado posponiendo nuestro stream de cocina, por falta de tiempo.

Nunca pensé que volvería a sentir todo lo que Annie me estaba haciendo sentir, en cuanto la vi se me hizo estúpidamente conocida y cuando me enteré de sus problemas con las drogas no pude evitar sentir la necesidad de ayudarla a escapar de eso.

Subí a mi piso muy emocionado por el bonito regalo que me había hecho Annie. Últimamente, hablaba todos los días con ella y sin duda la quería mucho, era bonita y cuando estaba con ella me sentía feliz.

Le llamaría más tarde para ver si quería salir conmigo, a cenar a donde ella quisiera o incluso a invitarla a venir a cenar en mi casa o ver una película, tenía muchas ganas de verla.

Antes de cualquier otra cosa, primero me metería a bañar, estaba muy cansado.

Cuando salí de la ducha, me percaté que mi teléfono estaba timbrado, lo tomé en mis manos y una sonrisa inmediatamente se formó en mi rostro en cuanto vi que la llamada que aparecía era suya.

Conteste el teléfono y hable.

—Hola, mami. Te luciste con el ramo, me encantó. — Dije con una sonrisa.

Fruncí mi ceño al instante cuando se escuchaban sollozos del otro lado de la llamada.

—Lo siento tanto. — Me pidió entre sollozos.

¿Estaba llorando?, se escuchaba muy mal, apenas y podía hablar.

—¿Annie?, ¿Estás bien? — pregunté, ahora estaba muy preocupado.

—Perdón, Osvaldo. Perdón por hacerte perder tiempo.

—No, mami, no me estás haciendo perder nada, dime que es lo que tienes. — le pedí, estaba demasiado inquieto, esto no me daba nada de buena espina. Algo andaba mal.

—Te quiero y no quiero que sufras por culpa mía. — Se les escuchaba la voz diferente. Algo le estaba pasando.

—Annie, no me haces sufrir. Dime dónde estás, ¿Estás bien?

—No tengo caso. Ya no puedo más. Los decepcioné a todos, a ti, a Ari y a Mi mamá.

—Annalise dime dónde estás, ¿Qué es lo que te pasa y porque estás diciendo todas estas cosas?

O no me estaba escuchando o no estaba en sus cinco sentidos, puesto que no me respondía nada y la única respuesta que tenía eran sollozos del otro lado de la línea.

—No te hice caso y solo te estoy haciendo perder el tiempo.

—¿Te volviste a drogar? — le pregunté, desesperado.