Eɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ ᴛᴏ ᴍᴇᴇᴛ ʏᴏᴜ [Eʟ Mᴀʀɪᴀɴᴀ] ✓

𝟸𝟾. 𝙴𝚕 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝙾𝚜𝚟𝚊𝚕𝚍𝚘

ANNALISE'S POV.

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Sin reproches y sin dejar que Osvaldo me abriera la puerta, me subí a su auto.

Les dije a Ari y a Juan que nos veríamos en la agencia y que Osvaldo me llevaría hacia allá, ya que no nos tardaríamos más de 10 minutos.

En todo el camino no hablamos, el silencio entre nosotros era un tanto incómodo, nadie decía nada.

Pero nada pendejo el wey, había puesto 1989 en el radio de su auto, sabía que era mi álbum favorito, con el cual conocí a Taylor, sonaba New Romantics. Sabía como hacer para ponerme de buen humor, pero yo no iba a ceder tan fácil.

Sí, cantaba la canción en voz baja, pero seguía molesta con él.

Admitía que había extrañado pasar tiempo con él, me había acostumbrado mucho a su compañía. Me sentía como cualquier otro día. Él y yo, paseando en su auto, para ir a ver a Rosa y después por algo de comer o a donde sea.

A pesar de que seguía un poco molesta con él, estaba feliz de que por fin me hubiera buscado y se animara a darme una explicación de lo que estaba pasando por su cabeza.

Una sonrisa que no pude evitar soltar cuando vi que aún seguían las cosas que tenía en su auto.

Mi scrunchie del cabello seguía puesto en la palanca de velocidades y el labial que había olvidado seguía en el tablero.

Mis sentimientos por el no se iban a esfumar en 5 días, ni siquiera cambio algo dentro de mi corazón.

Trate de dejar de pensar en todo eso y concentrarme en hacia donde íbamos.

El camino que había tomado se me hacía muy reconocido, fruncí mi entrecejo al instante, al ver el camino por el que conducía, estaba confundida.

Voltee a verlo, tenía una expresión de incomodidad, estaba demasiado extrañada.

Tal vez no era el lugar que estaba suponiendo. Tal vez quedaba en esa misma dirección.

Pero confirme mis sospechas en cuanto Osvaldo comenzó a reducir la velocidad de su auto, mi impresión aumentó el triple, en cuanto nos estacionamos afuera del lugar que sospechaba.

—¿Qué hacemos aquí? — pregunté viendo por la ventanilla.

—Te dije que te iba a contar todo sobre mí y para ello, es necesario que vengamos aquí, — Me informo, abriendo la puerta.

—Esto me está dando muy mala espina. — Hablé, con nervios.

—¿Quieres que te vaya a dejar directamente a la agencia? No sé cuando vaya volver a tomar la valentía necesaria. —Dijo detenidamente.

Negué con la mirada en el suelo,

—Serán solo 10 minutos, tal y como acordamos. — Me recordó.

—No es necesario que sea solo diez minutos, tomate el tiempo que necesites. — Respondí.

—Bueno. ¿Entramos? — me pidió, señalándome la entrada del lugar.

Respire hondo y entramos, no nos tomamos de la mano, supuse que sería lo mejor para los dos entrar solamente a la par.

No estaba entendiendo nada, ¿Por qué me habría traído aquí?, de todos los lugares que me había imaginado, este sería el último, ni siquiera se me habría pasado por la cabeza venir a este lugar.

En cuanto más caminábamos y nos adentrábamos, un amargo dolor se sentía en mi garganta y mi mente se armaba uno y mil escenarios. No me imaginé que vendríamos esté lugar.