Eɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ ᴛᴏ ᴍᴇᴇᴛ ʏᴏᴜ [Eʟ Mᴀʀɪᴀɴᴀ] ✓

𝟸𝟹. 𝚄𝚗𝚊 𝚊𝚜𝚙𝚒𝚛𝚒𝚗𝚊 𝚢 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚊.

ANNALISE' S POV.

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El dolor en mi cabeza aún se manifestaba con mucha menos intensidad de lo que recordaba.

Los párpados me pesaban, se sentían pesados y abrirlos me resultó un poco más difícil de lo que regularmente sería.

Un raro pitido se escuchaba por todo al rededor.

Con mucha dificultad pude abrir mis ojos levemente, lo primero que vi fue blanco, todo era blanco, mi vista estaba nublada, pero ese era el color que sobresalía por todo lo que podía apreciar.

¿Diosito?, ¿Estaba en el cielo?

No, no estaba en el cielo. Hierba mala nunca muere y Annie aún tenía mucho desmadre que tirar.

Poco a poco mi vista se fue aclarando y al voltear hacia un lado, mi entrecejo se frunció a encontrarme que al lado mío había una máquina, una máquina de esas de hospital, mire mi dedo en el cual tenía un oxmetro con el cual revisaban mi pulso, en esa misma mano tenía inyectado el suero.

¿Estaba hospitalizada?, ¿En qué momento?

Me toqué la cabeza y me di cuenta de que sobre mi cabello, que caía un poco despeinado a los lados de mi cara, pude sentir que tenía unos cuantos cables puestos en mi cráneo.

¿Qué mierda me había pasado?, ¿Ahora con qué pendejada había salido para terminar hospitalizada?

Estaba recostada en una camilla, con sábanas blancas y una bata color celeste cubría mi cuerpo.

Intenté ponerme de pie, pero los miles de cables que tenía conectados en múltiples partes del cuerpo impidieron que me levantara y algo comenzó a pitar.

Deje de insistir en levantarme y en cuestión de segundos una enfermera llego a mi habitación.

—Por fin despertó, Señorita. — hablo la enfermera con una sonrisa, directo a revisar el suero que colgaba de la porta sueros.

—¿Qué me paso? — pregunté, hablando por primera vez. Mi voz había salido mucho más rasposa y débil de lo habitual. —¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? — cuestione.

—Un día. — me informó. — El día de ayer fue internada debido a una sobredosis.

Mis ojos se abrieron al instante, debido a la impresión.

—Puta madre. — maldije entre dientes.

No podía permitirme a estar hospitalizada por estupideces y desesperación. Tenía que tranquilizarme y reducirme la próxima vez.

No podía seguir dándole este tipo de molestias a la gente.

No me podría ni imaginar como estaría mi Andy después de estar pendejadas.

—¿Molestias físicas? — preguntó la enfermera anotando algo en su libreta.

—Solamente me duele la cabeza, pero no es un dolor tan fuerte. — le conté.

—Perfecto, dentro de poco vendrá el doctor a valorarte. — me comunico acercándose a una encimera para pasarme un bote de pastillas. — pero por el momento tienes que tomarte el medicamento, ayudará a fortalecer tus pulmones y tu cerebro. — dijo tendiéndome el frasco.

Tome el bote y saque una pastilla que puse sobre mi lengua, para después tomar el vaso con agua que me daba la enfermera y tragarme la pastilla.

—Bueno, hay gente esperando por ti afuera, les avisaré que despertaste para que puedan entrar a verte. — comentó la enfermera.