ANDREA
– Ni de puta coña, Andrea.
Mi hermano niega frenéticamente con la cabeza. Es la tercera vez que lo intento convencer para que acepte la proposición de Hera.
– Venga, Rodrigo. ¿Qué vamos a hacer los dos solos en casa de la tía? O mucho peor, ¿con papá? Es una noche para estar con gente.
– No voy a dejar de estar con un enemigo para irme con otro.
– Hera no es tu enemiga. Al menos no fuera del internado.
– ¡No nos llevamos bien! - se exaspera - ¿Si fuera al revés y tuvieras que venirte con mis amigos? - se ríe amargamente – Seguro que no lo harías.
– Por ti, sí. Intentaría mantener la calma tan solo por estar en otro lugar.
– No es buena idea, Andrea – relaja el tono de voz y se masajea las sienes – Hera y yo... ni siquiera compartimos alguna mínima cosa – intenta convencerme él – Sería una noche desastrosa para nosotros y para su familia.
– Sé que eres capaz de comportarte. No eres ningún niño.
– Entiendo que quieras pasar la noche de mañana en compañía agradable. Ve tú– me ofrece y se levanta de mi cama – No me importa quedarme aquí. Me
buscaré la vida.– Esa no es una opción – me levanto también – A cualquier lugar que vayamos, será juntos. No he salido del internado para pasar las vacaciones sin ti.
– No me importa por una noche – asegura con una sonrisa.
– Y yo no te voy a dejar por, efectivamente, una noche.
Inmediatamente le mando un mensaje a mi amiga con la decisión final. No pienso dejar a mi hermano solo entre estas cuatro paredes. Tampoco que se busque la vida como ha dicho. Es una noche para estar juntos. Que menos que seamos nosotros, ya que es la única familia que yo tengo y yo soy la única que él tiene.
– Andrea...
– Decidido – bloqueo el móvil – Ya veremos si pasaremos la noche aquí o en casa de la tía. Por cierto – replico antes de que lo haga él – He quedado para cenar con Claudia, tengo muchas ganas de verla. ¿Te apetece venir?
– No quiero ser partícipe de vuestros chismorreos – bromea.
– Tiene ganas de verte – le informo.
– Dile que otro día antes de irnos quedaré con ella. Voy a cenar con mis antiguos amigos de instituto. No te importa, ¿verdad?
– Claro que no – aseguro con una sonrisa.
Mientras me visto de manera cómoda, escucho la puerta de mi casa cerrarse con fuerza. Hay ruido en la habitación de mi hermano, así que supongo que el que se ha ido es mi padre.
Solo llevamos dos días aquí, pero junto a él parecen una eternidad. Comemos juntos porque solo hay un salón, pero siempre lo hacemos en silencio. Si nos cruzamos en algún punto de la casa, pasamos olímpicamente el uno del otro.
Es cierto que el primer día intentó entablar conversación conmigo, pero no le di el gusto. No quiero saber nada de una persona que no ha hecho más que maltratarnos.
Si él lo tiene olvidado, es su problema. A mi las cosas no se me olvidan con facilidad. No le deseo nada malo ni nada bueno. Creo en el Karma y pienso que a toda persona le llega su merecido.
Desde que rechacé hablar de cualquier tema con él, se ha limitado a ignorarme. Sabe que a estas alturas no puede hacer mucho más.
– ¡Rodri! – alzo la voz para hacerme notar por encima de la música y toco a la puerta de su habitación con los nudillos – Me voy. Volveré para la media noche.
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A PESAR DE TODO [TERMINADA]
RomanceAndrea solo tiene una cosa clara, y es que no quiere vivir bajo el mismo techo que su padre por nada del mundo. No soporta su carácter, sus desplantes ni sus abusos. Como última medida, solo le queda pasar los dos últimos años en un internado, lejo...