🍀 21. MORGUE 🍀

172 11 0
                                    

ANDREA

En cuanto termino de cenar, subo a mi habitación para preparar mi pequeña mochila. No vamos a pasar más que la noche fuera, pero nunca se sabe que podemos necesitar.

Echo dos botellas de agua, una para Polo y otra para mi, también dos paquetes pequeños de galletas, una linterna, mi monedero y mi móvil.

Antes de salir, le dejo una nota a Sienna debajo de su almohada para que no se alarme al no verme. Le pongo de excusa que voy a pasar la noche con mi amiga Claudia, fuera de aquí, porque ambas necesitamos vernos y pasar tiempo juntas.

La situación con ella y su hermano ha mejorado. No me gusta pensar que ha sido a raíz de las circunstancias de Hera, pero... ha sido eso lo que nos ha vuelto a unir.

Aunque después de todo, yo no tengo ganas de echar nada en cara. Ellos se han mostrado preocupados desde un primer momento y no soy quien para cuestionar sus decisiones. Cuando Hera vuelva, será ella quien mantenga una conversación con ellos. Se deben más de una explicación.

Al salir de mi habitación con la mochila escondida debajo de mi ropa, me choco literalmente con Martina y Valentina. Me recompongo y trago duro cuando se me quedan mirando. Sin odio, sin nada. Simplemente con indiferencia y neutralidad. Tenía pensado hablar con ellas y creo que el destino las ha puesto en mi camino.

– Lo siento – me disculpo, rompiendo el silencio – Aquel día no supe reaccionar y lo pagué con vosotras... no debí hacerlo. Mucho menos golpearos. Lo siento – repito.

– Nos dolió que pensaras que somos unas asesinas – me dice Martina.

– La rabia me cegó. Estoy tan cansada de esto... - suspiro y niego con la cabeza – A veces desconfío hasta de mi propia sombra. No pienso eso de vosotras.

– Si hubiera sido al revés, posiblemente hubiésemos reaccionado peor – admite Valentina - ¿Cómo está Hera?

– Está bien. Su recuperación está yendo genial. Pronto estará aquí.

– Nos alegramos – asiente Martina – La esperaremos con ansias. No es justo que tu grupo esté incompleto y el nuestro no. Necesitamos igualdad de condiciones para pelearnos, ¿no? Sino, iréis dando pena diciendo que sois uno menos cuando no consigáis ganar ninguna de nuestras disputas.

Sus labios se mueven sonriendo de lado y asiento también con media sonrisa.

– Es cierto. Os patearemos el culo cuando regrese nuestra amiga.

– Genial – Valentina también sonríe – Buena suerte.

– ¡Igualmente! - les exclamo mientras se adentran en su habitación.

Rápidamente bajo las escaleras y me escabullo al jardín. He quedado con Polo hace ya unos minutos, y siempre me retraso por un motivo u otro.

– A veces me pregunto si te caíste de la cuna al nacer – gruñe cuando llego a su lado – Edgar ha estado apunto de marcharse dos veces. Y he tenido que entretenerlo para esperarte.

– Lo siento, lo siento – jadeo recuperando la compostura – He tenido una breve conversación con tus amigas y se me ha ido el santo al cielo.

– ¿Con mis amigas? ¿Habéis peleado? - pregunta tenso.

– Todo lo contrario. ¿Cómo has distraído tú al director? - pregunto curiosa.

– Bueno... no lo he hecho yo, como tal. Les he pedido a unos niños del curso inferior que le sacaran conversación a cambio de un paquete de tabaco. Así que me debes uno, niña rata. Lo he perdido por tu culpa.

A PESAR DE TODO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora