POLO
Estamos a primera hora de la mañana, y mientras que yo bostezo con fuerza, observo que David está pensativo, removiendo su café y con los ojos como platos. Esta noche me he desvelado un par de veces y lo he escuchado moverse, suspirar y gruñir.
– ¿Mala noche?
– Si – responde seco.
– Sácalo.
– ¿El qué?
– No me hagas preguntarte – sonrío.
– Pregúntame, porque no sé de que me hablas.
– Tú lo has querido – me incorporo sobre la mesa y lo miro a los ojos - ¿Qué pasó hace una semana?
– ¿Qué pasó? - frunce el ceño.
– En la Guarida. Cuando te castigaron con Mateo.
La palidez en su rostro se acentúa y niega con la cabeza.
– Nada. No hablamos en ningún momento.
– Ya. Tendríais las lenguas demasiado ocupadas, ¿no?
– ¿Qué mierda estás insinuando? - ruge y se levanta, derramando el café a su paso - ¿En serio me ves capaz de hacer algo así? Estás loco.
– No consigues nada negándolo – hablo calmado – Lo único que haces es reafirmar más mi teoría.
– ¡Vete a la mierda, tú y tu teoría!
Respiro hondo y me apoyo en el respaldo de la silla. A mi lado, los Frýnous me miran con cejas enarcadas y con sonrisas burlonas. Unas mesas mas atrás, Nate y Sienna también me prestan atención.
– He visto a David echo una furia por el pasillo – Rodrigo se planta en mi campo de visión - ¿Qué ha pasado? ¿Os habéis peleado?
– No ha pasado nada – me levanto - ¿Vamos a clase?
– Estoy buscando a Hera. ¿La has visto?
– No. Debe de estar con tu hermana y Mateo. Ellos tampoco han desayunado.
Al llegar a clase, veo a Andrea ya sentada en su sitio. Me acerco al mío, dejo la mochila y me dejo caer en la silla. Me echa una mirada de reojo y sigue leyendo su libro.
– ¿Dónde está Hera? - le pregunta Rodrigo.
– Cuando me he despertado ya no estaba en la habitación. Imagino que estará en el baño. Siempre tarda siglos en arreglarse.
Rodrigo se pasa las manos por el pelo frustrado y se sienta detrás mía.
– ¿Por qué estás tan agobiado? Ahora la verás.
– Quería hablar con ella antes de que empezasen las clases.
– ¿Ha pasado algo? - pregunto extrañado.
– No – asegura – Es algo sin importancia.
– Entonces no tengas prisa. Podrás hablar con ella después de clases o en el intercambio.
Los alumnos van llegando y por último lo hace nuestro profesor Sergio. Hoy tenemos examen de Ciencias, así que separamos las mesas para no copiarnos a la vez que reparte un par de folios sobre nuestras mesas.
– ¿Alguien sabe porque no ha venido Hera? - pregunta el profesor.
Todos negamos y Rodrigo masculla por detrás.
– Decidle que si no se presenta esta tarde a hablar conmigo, no le repetiré el examen. Ha ido muy bien estos meses atrás y no puede relajarse ahora.
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A PESAR DE TODO [TERMINADA]
RomanceAndrea solo tiene una cosa clara, y es que no quiere vivir bajo el mismo techo que su padre por nada del mundo. No soporta su carácter, sus desplantes ni sus abusos. Como última medida, solo le queda pasar los dos últimos años en un internado, lejo...