🍀 28. HOGAR 🍀

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ANDREA

– ¡Mateo! - exclama Sienna cuando lo ve entrar al comedor - ¡Ven!

– ¿Ha pasado algo? - se acerca apresurado por el tono de mi amiga.

– Siéntate con nosotros, muchacho – Nate le retira la silla que hay a su lado – Que desde que estás con David no haces más que pasar de nosotros.

– Eso no es verdad – resopla y se sienta – Solo estoy repartiendo mi tiempo.

– Pues David es un afortunado, porque todo se lo lleva él – refunfuña Hera.

– Desde que distéis el paso no te hemos visto apenas – lo miro con una ceja enarcada – Y no pasa nada, solo queremos saber como os va. No es que necesitemos explicaciones, pero somos tus amigos y queremos enterarnos de porqué ha ido todo tan rápido.

– ¡Un simple beso y estáis totalmente enamorados! - exclama Sienna.

– Eso de simple... - murmuro.

– Vale, ya, parad todos – se ríe Mateo, ruborizado – No hay mucho que contar. Lo que visteis es lo que pasó y después de eso... ha avanzado rápido la cosa – nos da la razón – Esa misma noche dormimos juntos y a partir de ese momento decidimos dejarnos de tonterías y actuar conforme a nuestros sentimientos. Él me gusta a mi y yo le gusto a él...

– Creo que eso nos queda claro – asiente Nate.

– Prácticamente estamos haciendo vida de pareja – termina por decir – No hay más trasfondo que ese. Es cierto que nos estamos conociendo porque tan solo llevamos un mes, pero... nos llevamos bien. Muy bien.

– Desde luego que el sexo tiene pinta de ir sobre ruedas.

– ¡Nate! - le regaña ruborizado.

– ¿Qué? - se ríe – Todos lo pensamos. Incluso los Pyros.

– Hablando de Pyros... - nos mira Sienna - ¿Sabéis algo de Polo? ¿Cómo está?

– Está bien – la miro – Tan solo pasó la primera noche en el hospital. Estos últimos tres días los está pasando en su habitación descansando. Le llevan la
comida y todas esas cosas. Pronto podrá volver a clase.

– ¿Y tú como sabes tanta información? - me mira Nate con ojos entrecerrados.

– Por mi hermano – respondo deprisa – él me lo ha contado.

En realidad, he estado viendo a Polo estos días a escondidas. Cuando todos han estado en clase, he aprovechado con la excusa de ir al baño para subir a verlo.

Ahora mismo nuestra relación está... en punto muerto. No somos amigos, pero tampoco somos enemigos. Subo a verlo porque tengo la necesidad de hacerlo. Fui yo quien lo encontré en esa situación y no puedo dejar de pensar en lo que podría haber pasado de no haberlo encontrado. Y ahora necesito cerciorarme de que siempre está bien.

– ¿Cómo lo encontraste, Andrea? - me pregunta Mateo – Era de madrugada.

– Bajé a por un vaso de agua – le cuento, obviando a los demás que ya saben la historia – Y cuando pasé por los baños, escuché golpes y unas voces. Y no me quedó la menor duda de lo que pasaba cuando intentaba abrir y estaba la llave echada, además del olor a gas que había.

– Tuvo suerte de que pasaras por ahí.

– Si – trago duro – Estuvo a punto de...

Ni siquiera soy capaz de decirlo. Sacudo la cabeza para quitarme el malestar que me provocan esos malos pensamientos. Lo único que tengo que pensar es que está bien.

A PESAR DE TODO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora