POLO
Entro al despacho del director y me acerco para coger el teléfono que me ofrece.
– Son tus padres – me avisa.
– ¿Hola?
– Polo – habla mi padre - ¿Qué está pasando?
– Nada – frunzo el ceño - ¿Porqué?
– El jefe de estudios contactó ayer con nosotros. Nos informó sobre tus notas y tu evolución este trimestre. Llevas un par de exámenes dejándolos en blanco. ¿Porqué haces eso? ¡Estás allí para estudiar!
¡Maldito perro chivato! Miro al Edgar que pone cara de circunstancias.
– Estoy estudiando, papá.
– ¿Si? ¿Y porqué no sacas notas en condiciones? ¿Porqué te saltas clases y porqué no acudiste al último examen? ¡Me entero de todo!
– Me mandaste aquí para no lidiar conmigo. No lo hagas ahora tampoco.
– ¡Quiero que obtengas una buena educación y pongas de tu parte para ello!
– No hagas como de padre preocupado – me río sin gracia – Lo único que quieres es controlar mi vida y mis acciones como has hecho siempre. Lo siento, pero aquí estoy bajo las órdenes de otros. Si tengo que permitirme estar un tiempo mal y dedicarme a mi, lo voy a hacer. Adiós.
Cuelgo inmediatamente y dejo el teléfono en la mesa.
– Tus profesores nos comentaron a Manuel y a mi tus últimas notas – me informa el director mientras se sienta en su silla – Y aunque algunas siguen constantes al trimestre anterior, otras han bajado. La semana pasada dejaste el examen de Ciencias en blanco. Lo entiendo, porque fuiste a buscar a tu compañera y luego pasó lo que pasó. Pero ya han pasado días y nada explica que ayer te saltases las clases y volvieras a perder de nuevo un examen. ¿Qué te pasa, Polo?
– Solo estoy algo distraído – murmuro – No he dejado de estudiar – aclaro – Simplemente me he tomado unos días para pensar en mi.
– Tienes todo el derecho del mundo a darte tiempo exclusivo para ti. Pero ahora tienes unas obligaciones y no las puedes dejar de lado. Intenta administrarte mejor, ¿vale? Ibas muy bien. No escojas el camino malo.
– ¡No puedo concentrarme! - exclamo frustrado - ¡No después de ver a una compañera al borde de la muerte! Joder, Edgar, vi a Hera con una soga al cuello y prácticamente sin vida. ¿Y si mañana soy yo?
– Te entiendo – baja la mirada y traga duro – Sé que es difícil. Para ti y para los demás compañeros. Pero tienes que quedarte con el lado positivo y saber que está bien. Tus amigas la salvaron. Hay que agradecer eso.
– Y no sabes cuanto lo agradezco. Pero ha sobrevivido de milagro, Edgar. El asesino sigue suelto y nadie hace nada por buscarlo. Parece que intentan esconderlo. Y Hera está viva, pero esa escoria seguirá matando gente hasta que hagan algo contra él.
– Tranquilo – me aprieta el hombro – La policía judicial y las demás partes ya están trabajando sobre ello. Te aseguro que están volcados en cada caso – me dice – Será cuestión de tiempo que den con él. Vuelve a clase, ¿vale? Y tranquiliza también a tus compañeros. Pronto terminará todo.
Vuelvo a mi aula cabizbajo. Ha pasado una semana desde que fuimos al hospital a acompañar a Hera, pero por más tiempo que pase no se me van a olvidar las imágenes que vi y mucho menos el rostro de mis compañeros. Sobretodo el de Rodrigo.
Aún estando el peligro presente, no pensé que fueran a por alguno de nosotros. Y esto solo me indica que nada ha terminado. Que quienquiera que sea va a seguir así hasta que cumpla algún objetivo o simplemente acabe con todos. Y yo no pienso permitirlo.
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A PESAR DE TODO [TERMINADA]
RomanceAndrea solo tiene una cosa clara, y es que no quiere vivir bajo el mismo techo que su padre por nada del mundo. No soporta su carácter, sus desplantes ni sus abusos. Como última medida, solo le queda pasar los dos últimos años en un internado, lejo...