🍀 15. A PESAR DE TODO 🍀

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ANDREA

– ¿Quieres relajarte? - le mascullo a mi hermano mientras esperamos a que la familia de mi amiga nos abra la puerta – Llevas todo el día nervioso.

– Este botón de aquí me aprieta, joder – se queja tocándose la camisa a la altura del cuello – No me gustan las cosas apretadas.

– Esa camisa no es apretada. Déjame ver.

Me pongo de puntillas e intento ponerle bien el cuello y desabrocharle el primer botón para que esté más cómodo. Aún así, no deja de sentir angustia en el cuello. Creo que no es culpa de la ropa, sino de que tiene un nudo en la garganta. Esta tarde se ha ido con sus amigos, pero ha estado toda la mañana demasiado nervioso. Según él, es mentira y estoy alucinando. Pero a mi no me engaña.

– ¿Te encuentras bien? - murmuro preocupada – Estás sudando.

– Hace calor.

– Estamos a tres grados – enarco una ceja.

– ¡Hola!

La puerta se abre y la madre de mi amiga aparece con una sonrisa en la cara.

– ¡Hola! - saludo con el mismo entusiasmo.

– Llevaba tanto tiempo sin verte... - me estruja en un abrazo – Me alegro de que hayas venido. Hera está muy ilusionada.

– Gracias por habernos invitado. Él es mi hermano – señalo a Rodrigo que sonríe tensamente.

Se saludan cordialmente y nos invita a entrar al interior. A diferencia de nuestra casa, esta está entera adornada de navidad. Luces, figuras, el árbol con la estrella correspondiente, regalos por las esquinas...

– ¡Hera! - exclamo contenta cuando la veo en el salón junto a su padre.

– Andrea – se acerca para abrazarme – Estaba dudando sobre si ibais a venir o no. Habéis tardado un poco.

– Hemos tenido un percance pequeño antes de salir, pero está todo solucionado.

Mi hermano se ha entretenido una eternidad en escoger una camisa. No sé para qué, porque ahora parece que le estorba demasiado.

Hera se separa de mi y mira a mi hermano con semblante tímido a la vez que serio.

– Hola – murmura mi hermano – Gracias por... - traga duro – Por esto.

– De nada. Estás en tu casa.

Rodrigo se pasa la mano por la frente para quitarse las enormes gotas de sudor que le caen cuando ella se acerca y le da un beso en la mejilla, tal y como ha hecho conmigo.

– Gracias por darle la oportunidad – le susurro al oído mientras nos sentamos.

– Es tu hermano. Después de tanto, puedo soportarlo – bromea con una sonrisa.

– Después de esto no espero que mejore vuestra relación, pero sí que al menos se quede neutra. Sois los que mas os peleáis y no me gusta.

– Tranquila – asiente y lo mira de reojo – Lo intentaremos.

Los padres de mi amigan hacen la cena agradable. Ellos en sí son agradables y nos hacen estar cómodos a cada momento. Incluso veo que mi hermano está mucho más relajado que al principio. También puede ser porque lleva unas cuantas copas de champán entre pecho y espalda.

– Deberías dejar de beber – le susurro disimulando con una sonrisa.

– En el internado apenas pruebo el alcohol y en casa de papá mucho menos.

A PESAR DE TODO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora