CAPITULO 24

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Javier

Las amenazas de parte de los criminales que perseguíamos no eran nuevas para nosotros; las conocíamos perfectamente bien, incluso aprendimos a tomarle la importancia necesaria, pero que no nos afectara en lo personal. Pero esta regla no aplicaba cuando las amenazas venían de parte de Pablo Escobar.

Antes de que Laura llegara a mi vida, sabíamos que tanto Murphy y yo estaríamos a salvo con la embajada, porque aparte de trabajar para la DEA, habíamos nacido en Estados Unidos. Murphy era obvio, pero para mí era un poco más complicado de creer; tenía descendencia mexicana, pero nunca me crie ahí.

Y Laura si era parte del FBI algo que la protegía, pero no tanto como a nosotros. Ella nació en México; y nunca sacó su ciudadanía como tal. Ella era la que más me preocupaba.

Eso en un inicio, porque no había algo que respaldara su protección. Y luego cuando descubrí que me había enamorado de ella, no quería perderla. Mi mayor miedo cambio por completo al aceptar que la amaba; de temerle a no cumplir con atrapar a Escobar, se transformó ahora a estar sin ella, a no poder ver su sonrisa y tener la posibilidad de que la perdiera sin que yo pudiera hacer algo por protegerla.

La conocía perfectamente, incluso muchas veces llegaba a sorprenderme las habilidades que tenía. Era mejor que yo en todos los sentidos; y eso no era algo que me molestara.

—¿De dónde viene esto?— pregunte al mensajero de la oficina, que había dejado una carta en mi escritorio.

—Yo solo reparto— fue lo que me contestó.

Abrí la carta, y dentro venía una foto de Laura y yo, se me formó un hueco en el estómago. Era por eso que no debíamos mostrar afecto en público, pero era tantas nuestras ganas de estar juntos que eso se nos olvidó a los minutos de establecerlo.

"Primera advertencia Peña. O nos encargaremos de su amorcito" eso era lo que estaba escrita en la carta. Las amenazas para ella habían llegado mucho más rápido de lo que esperaba. Desde que la descubrió en su oficina buscando unos papeles, su punto de mira lo había establecido en ella.

Nunca estuve de acuerdo en que ella entrara como infiltrada, y no porque no la creyera capaz; sino porque era muy peligroso. Incluso desde el primer día, sin saber que me iba a enamorar de ella en un futuro, la quería cuidar. Y ya estando juntos, tenía el corazón en la mano cuando escuché por la radio que la habían descubierto.

Lo primero que quería era correr hacia ella, protegerla de todo. Que a quien mataran fuera a mí y no a ella. Afortunadamente no paso lo que mi subconsciente había estado encerrando con candado; en la noche de ese mismo día estaba acostado con ella, mientras acariciaba mi cabello tranquilizando mi agitado corazón por miedo a perderla.

Nunca le comente de esa carta a Laura, pero siempre trataba de persuadirla para que se fuera. Para que se fuera a Nueva York y me esperara haya, que yo iba a ir con ella pasara lo que pasara.

—Javi... esto lo tenemos que terminar juntos— me tomó del rostro y beso mi nariz —Se que me quieres proteger, tanto como yo a ti— acaricié su rostro —Pero no me voy a ir, no hay manera de que me separen de tu lado ¿Recuerdas?— sonrió —¿Recuerdas lo que prometimos?— asentí —Iniciamos esto juntos, y lo vamos a terminar juntos. Quiero estar contigo Javi, siempre—

Si nunca pude convencerla de que se apartara de los casos, mucho menos la iba a convencer de que se fuera de Colombia; que se alejara de mi por lo menos por un tiempo.

Pasaron los meses y ese mensaje de amenaza había quedado en el olvido, por lo menos para mí; y por supuesto para ella, puesto que no sabía nada de ello. Incluso con su desaparición por meses tuvimos más espacio para ser nosotros mismos, claro que nunca olvidamos el trabajo.

Under Fire ---- Javier Peña // (Pedro Pascal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora