Under Fire ---- Javier Peña // (Pedro Pascal)

CAPITULO 6

Javier

Mi cuerpo estaba temblando, de tan solo sentir su mirada sobre mí. Y ¿qué esperaba? ¿Que fuera igual que hace 5 años?

—Agente Peña— respondió seca —¿Tiene alguna duda con respecto a la reunión?— seguía con ese tono serio; y si no la conociera; diría que estaba tratado de ocultar el desprecio con el que salían sus palabras.

Logró abrir la puerta, pero no entró; se quedó parada frente al umbral, girando sobre sí para mirarme.

—No... quiero hablar contigo— tragué saliva después de eso —¿Podemos...?— no me dejó termina; hizo esa mueca con las cejas que tanto la caracterizaba.

—No entiendo de que quiere hablar agente; no hay más cosas que aclarar del caso. En una semana empezamos...— me trataba como un total desconocido. Y no la culpaba.

Iba a entrar, pero mi cuerpo reaccionó; tomé su mano impidiéndole pasar.

—Por favor, escúchame, Colibrí— las palabras salieron solas de mi boca. Ella se quedó inmóvil, solo clavó la mirada en como mi mano estaba sujetando la suya.

Era imposible olvidar la manera en cómo su piel hacía reaccionar la mía. Pero fue como si viviera esa experiencia nuevamente; como si fuera la primera vez.

—Suéltame— exigió casi en un murmuro lleno de rabia, ahora cambiando su mirada directamente a mis ojos. Deje de sujetar su mano y cuando ella vio la oportunidad, la alejó de manera brusca —Y nunca más vuelvas a llamarme así— me apuntó con el dedo al rostro. —Ni a tocarme—

—Lo siento— agaché la mirada. Sus ojos eran como dos dagas que me estaba clavando en el cuerpo una y otra vez.

—Espero que no se repita— exigió.

—Solo quiero hablar contigo— susurré acercándome a ella.

—No tengo, ni quiero hablar de nada con usted— se dio media vuelta caminando hacia su escritorio, evitando que la volviera a tocar o que me le acercara más. —A menos de que sea algo con respecto al caso; le voy a pedir que se retire de mi oficina— se sentó ignorándome, mirando los papeles que no había soltado en ningún momento.

—Laura... por favor— intenté acercarme de nuevo. Pero ella levantó una mano frente a mí, indicándome que no me acercara más; no me moví ni un centímetro más.

—Escuche Peña; acepté este caso porque puede hacer que obtenga algo más que me interesa. Y también porque le prometí a Lewis que no iba a mezclar los asuntos personales con los profesionales; cosa que creo que usted también sabe hacer— aclaró poniéndose de pie— Lamentablemente lo conozco, Peña. Como agente y como persona; y eso hace que confíe en usted como compañero de trabajo, solo eso— tenía razón en todo lo que decía, pero eso no hacía que doliera menos —Acabemos esto rápido, terminemos con Oliver Garner y volvamos a nuestras vidas—

—Solo...—

—Escuché una conversación en la que Bristow le decía a Lewis que usted había dicho que no quería aprender a lidiar con más idiotas, además de Murphy. Así que espero que trabajemos en paz y sin ningún problema; yo tampoco estoy acostumbrada a lidiar con idiotas—

—¿Quieres escucharme?— pregunte desesperado, casi como una exigencia.

Ladeó la cabeza ante mi exigencia, dejo los papeles en el escritorio, y se acercó a mí; dejando solo unos cuando pasos entre nosotros.

Su rostro tan cerca del mío.

—No voy a escuchar nada de lo que salga de tu boca Javier, porque no me interesa. Ya te dije, acabemos con esto y vas a poder largarte como hace 5 años y no va a ser necesario que te despidas esta vez. Ah, no. Espera; la primera vez ni siquiera lo hiciste— podía ver el dolor y rencor en sus ojos. Y lo peor de todo era que tenía razón y todo era mi culpa.