CAPITULO 8

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Laura

Realmente me creí la historia que mi cabeza se inventó para proteger a mi corazón. Contacte a decenas de personas para saber que era lo que había pasado; y si alguno de ellos tenía información de él.

Incluso tuve que armarme de valor para preguntarle a las prostitutas con las que Javier se veía antes para conseguir información; pero realmente lo hacía para confirmar que él no había estado con ellas, la respuesta que menos esperaba de su parte era que lo habían visto.

Murphy no volvió a decirme nada, incluso las veces que le preguntaba, me daba la vuelta del tema. Connie igual que su esposo; termine por convencerme que les importaba muy poco y deje de intentar hablar con ellos.

Dos días después de aquella noche, me detuve lejos de las puertas de la DEA, esperando alguna señal de él o de alguien que pudiera decirme algo. Alrededor de las 5 de la tarde, la asistente de Murphy y Javier salió por la puerta encaminándose hacia mi dirección.

Me interpuse en su camino cuando giró la esquina que daba a la avenida. —Álvarez— me saludo con una sonrisa fingida —¿Cómo te va?— preguntó de nuevo falsamente.

Era una mujer muy hermosa, cabello castaño casi rubio; figura entallada y con buenas proporciones a mi parecer. Y muy seguramente, y no me sorprendería, que Javier alguna vez se la haya cogido. Pero no estaba ahí por eso.

—¿Sabes algo de Peña?— pregunte directamente ignorando su pregunta que a leguas se notaba con poco interés.

—No se ha parado por la oficina desde el día en el que te abandono— respondió con una sonrisa.

—Muy graciosa— comenté con sarcasmo, no estaba para sus comentarios estúpidos —Estoy hablando en serio— esta vez me puse más seria —¿Sabes o no sabes algo de Javier?—

—¿Sabes?— ignoró mi pregunta —Me das lastima— una risa burlesca se dibujó en su rostro —Yo te lo dije. Te advertí de como terminaba alguien cuando Javier lograba meterse entre sus piernas—

—No me interesan tus advertencias— me puse a la defensiva

—Deberían importarte, porque si mal no recuerdo; no fui la única que te lo dijo—

—No lo conoces—

—Créeme que lo conozco más que tú. Javier trata a las mujeres como si fuera su cajetilla de cigarros. Prueba uno y lo disfruta mientras le dura; pero cuando se termina, lo bota. Así de fácil— enfatizo cada una de las últimas palabras que dijo

—Lo dices solo porque él no quiso nada más contigo—

—Y al parecer contigo tampoco. ¿Cuántas cosas te prometió? ¿Cuántas cosas te dijo para que te enamoraras de él? ¿De verdad creíste que un hombre como Javier podía enamorarse? ¿Y de ti?— seguí con las preguntas, que, aunque por fuera no lo mostrara, me estaban afectando porque una parte de mi lo creía.

Mi expresión cambio y eso lo aprovechó ella.

—Javier Peña es el tipo de hombres que nunca buscaran algo serio, nunca podrían ser lo que una mujer quiere. Una relación de amor mutuo. Todos sus "intentos"— hizo una seña de comillas con sus manos —terminan igual; cuando consigue lo que quiere; sea sexo o información. Termina botándolas, total... ya no le son útiles—

—Cállate— murmure con un nudo en la garganta.

—Peña tiene tan poco que dar, y tan poca vergüenza que termina tratándolas como si en su puta vida las hubiera visto; a pesar de haberles conocido el cuerpo de pies a cabeza— sonrió al verme afectada

Under Fire ---- Javier Peña // (Pedro Pascal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora