CAPITULO 13

190 24 7
                                    

Laura

Después de enterarme de lo que la DEA había hecho con mi trabajo, es decir Javier. Mi superior en el FBI me mando llamar para dar la cara por todo lo que había sucedido. El me había mandado por algo que gracias a esas mentiras hicieron creer que no cumplí.

En el avión trate de dormir todo lo que pude, sin embargo, las pesadillas que no tenía desde que estaba con Javier volvieron a aparecer. Dormí fácilmente 2 horas en un viaje de 6 horas.

Al llegar a la ciudad, recibí una llamada de mi hermana; quien no había dejado de preocuparse por mí, en ningún momento. Desde los últimos dos días en los que mi vida se había venido abajo, ella estaba más al pendiente de mí; más de lo normal.

Ella siempre me protegió y se preocupaba por mí.

—¿Cómo estás?— pregunte ahora, desviando el tema; ya no quería hablar de eso. Si quería reponerme, tenía que dejar el pasado enterrado en mi interior —¿Cómo esta Bruno?—

—Estamos bien. Dice que ya te quiere ver y que cuando podamos ir a New York te va a enseñar lo que aprendió a hacer en su clase de gimnasia— de fondo escuché una pequeña risa.

Bruno me había enamorado desde la primera vez que lo cargue; incluso desde que Romina me dijo que estaba embarazada. No era partidaria de los niños, pero con él; era fácil de ganarse tu corazón.

—¿Están en México?— mi taxi había llegado, sin separar mi celular del oído, le entregue las maletas al chofer para que pudiera subirlas al maletero; yo mientras subí a la parte trasera del auto.

—Si, quería que Bruno conociera la ciudad. Me dieron un adelanto de mi trabajo; además...—

—Claro...— la interrumpí —Me dijiste que habías conseguido trabajo ahí— ella hizo un sonido afirmativo.

—Ya estaba pensando que no me prestabas atención chaparra— se burló —Quiero que cuando tenga el dinero suficiente, te vengas a vivir con nosotros; he escuchado que Jalisco es muy bonito— siempre me proponía irme a vivir con ellos, pero por ciertas razones no aceptaba.

—Me encantaría— esta vez acepte; no tenía nada que perder. Ya mi pretexto del FBI estaba sonando falso incluso para mí.

—¡¡Por fin!!— alzó la voz provocándome una pequeña sonrisa a boca cerrada —Ya era hora de que la señorita ocupada aceptara—extrañaba como me molestaba —Con más razón tengo que ponerme a buscar una casa. No se como estén la situación haya, pero se que juntas lo vamos a solucionar—

—Si tu lo dices— ella chasqueó la lengua en manera de reproche —No creas que te voy a cargar la mano Romi; voy a conseguir un empleo y te voy a ayudar con todo—

—Es lo menos que esperaba chaparra—

—Bueno... te llamó en unas horas. Estoy a pocos minutos de recibir el regaño de mi vida—

—Tranquila Lau... tú puedes. Eres más fuerte de lo que crees hermana— sonreí

—Te amo—

—Yo también chapitas— se despidió.

Siempre me decía que yo podía con todo, pero algo dentro de mí me decía que no. Quizás y si tenía razón; la única que se ponía los limites era yo.

Realmente no fue tan grande el regaño de lo que me imaginaba. Quizás lo había encontrado en sus días buenos, pero lo que si me dijo es que si volvía a fallar; el mismo FBI podría darme de baja y restringirme el acceso a cualquier otra organización, como en el caso de la DEA.

Under Fire ---- Javier Peña // (Pedro Pascal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora