CAPITULO 31

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Javier

Pensé que estar sin ella una semana la podía soportar, estaba acostumbrado a que no la vi en 5 años; pero estaba tan equivocado; me había acostumbrado tan rápido a dormir con ella y a besarla que me mataba el no hacerlo.

Y lo complicaba más porque sabía dónde estaba, podía ir con ella, en cambio esos 5 años no era así. Pero tenía que mantenerme a raya, debido a lo que paso conmigo, provoque que aumenta la vigilancia de Oliver en el hotel; estando ella o no.

Debido a la incapacidad que el medico me dio, no podía participar como tal en las operaciones y para terminar el día peor, ese día tenía revisión para que me diera más permisiones.

Sabía el efecto que Laura tenía en mí, pero cada vez que la veía, me enamoraba más de ella. El solo roce de su mano con la mía fue lo suficiente para mandar una chispa a todo mi cuerpo, y hacer que despertara.

Llegamos del patrullaje al que Jack nos envió, nada de actuar; solo conseguir las ubicaciones e identificar a los posibles vendedores locales de Miami. Ese mismo día la agencia me prestó una camioneta que adecuaron para mi transporte personal mientras lograba conseguirme un auto, así que mientras yo manejaba, Murphy tomaba fotos de los lugares que encontrábamos y de ciertas personas que habíamos visto en los archivos.

Llegamos ya en la noche, eran casi las 11. Yo me quede en el estacionamiento, ahí tendría que bajar Laura; su auto estaba todavía a un lado del mío. No tuve que esperar mucho, la vi salir del ascensor mirando hacia todos lados, y al verme camino rápido hasta llegar a mí.

Por la oscuridad del estacionamiento no pude ver su rostro, pero se notaba que no estaba igual que en la mañana. No tuve ni tiempo de preguntarle que pasaba, me rodeó por el cuello y me abrazó, ocultando su rostro en mi cuello. El movimiento brusco me sorprendió, pero no dude en responderle la acción.

—¿Qué paso nena?— pregunte en un susurro acariciando su cabello; anhelaba tenerla entre mis brazos, pero no de la manera en la que llegó.

Se separó de mí, pensé que iba a responder a mi pregunta, en cambio me tomó del rostro y me jalo hacia ella, uniendo nuestros labios en un ansioso beso  —Te amo Javi— jadeó sobre mi boca.

Mi cuerpo termino pegado por completo a la camioneta, sus manos cambiaron de posición, ahora rodeando mi cuello; yo la abracé poniendo una de mis manos en su espalda baja y la otra a la altura de su nuca para acercarla a mí.

El beso duro unos minutos más, el ritmo iba disminuyendo poco a poco; hasta el punto en donde solo era el roce de labios, tierno pero perfecto para tomar un poco de aire. Se aparto sin separar su cuerpo del mío, respirábamos el aire que el otro exhalaba.

—¿Estas bien?— pregunte de nuevo, no iba a pasar por alto el cómo había llegado.

Me preocupaba más que cualquier otra cosa.

—Lewis si me envió la carta que le entregaste...—sabía perfectamente de cual hablaba —pero... yo no la recibí porque, Carlos no me la entregó— dijo en un susurró, con miedo a cómo iba a reaccionar.

No entendía como era posible que ese imbécil haya hecho eso. Era algo que no le concernía. Desde que lo conocí tuve algo personal con él por la forma en la que me miraba y como lo hacía con Laura; pero ahora llegó a un punto en el que no podía topármelo, porque no sabía cómo iba actuar.

No sabía si el habérsela entregado iba a cambiar algo del pasado, pero si podía ser algo diferente.

Busque su boca y la volví a besar, quería sacarle todas esas dudas que tenía y muy seguramente la culpa que se le creó. Esto no estaba en manos de nadie, ni de ella, ni de mí; ni siquiera en la de Carlos, a pesar de lo que hizo con ella.

Under Fire ---- Javier Peña // (Pedro Pascal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora