Under Fire ---- Javier Peña // (Pedro Pascal)

CAPITULO 37

Javier

Me senté y mire atentamente la pulsera. Era lo único físico que me conectaba con ella, porque lo que quería que nos uniera para siempre lo tenía guardado en la bolsa del pantalón. Que iba a ser suyo si aceptaba cuando la misión terminara, cuando estuviéramos juntos de nuevo.

No sé cuánto tiempo me quede pensando; un pequeño sonido sonaba de fondo y poco a poco se hizo más cercano. Salí de mi ensimismamiento, mi celular estaba sonando, con el contacto de Murphy en la pantalla.

—¿Javier?— preguntó cuando conteste

—¿Qué quieres?—

—Tienes que venir a la oficina— me dijo con la voz entrecortada. No respondí, ese tono decía que quería decirme algo, cosa que yo no quería escuchar.

—No... Steve, por favor— <<¿Querías pruebas contundentes imbécil?>>

—El ADN de uno de los cuerpos coincide con ella amigo— no reaccione, ya no sabía cómo hacerlo. —Lo siento—

Tuve que pasar por todas mis emociones en un rato que no sabía que mierda sentir.

No sabía si sentirme como un puto cobarde. Como un maldito mentiroso. Como un hombre al que le rompieron el corazón. Como alguien a quien traicionaron. Como alguien a quien le mintieron.

O como un hombre que perdió el tiempo, que tuvo miedo a perder todo y que se alejó; que no lucho por lo que quería en su momento y que ahora el destino le estaba demostrando que debió actuar en el momento preciso para no perderlo todo.

Colgué la llamada. Ya no tenía lagrimas que derramar, mi cuerpo ya no respondía.

Me volví a mover en automático, como aquella noche que la deje en la habitación. La única cosa que sentía diferente era que antes tenía la esperanza de volver a verla, y ahora ya no lo iba a volver a hacer.

Porque ni siquiera su cuerpo era reconocible.

*~~~~~~~~~~~~*

Llegue a la oficina, me sorprendió que no chocara en el camino; estaba tan metido en mis pensamientos que cualquier cosa que hubiera pasado; estaría bien.

Al abrirse las puertas del elevador, vi a todos con la cabeza hacia abajo en la sala de juntas; el primero en mirarme fue Carlos que no dudo en correr hacia mí y conectarme un golpe en la cara que me dejo tirado en el suelo.

Ni siquiera me defendí.

—¡Tu tenías que protegerla imbécil!— se subió encima de mí, me tomó del cuello de la camisa y me sacudió.

No respondí. Estaba viviendo todo y estaba consciente de lo que ocurría, pero no tenía las intenciones de defenderme.

Ya no me importaba lo que pasara, había perdido a la única persona que le daba sentido a lo que mi vida significaba.

—¡Carlos!— gritó Jack y antes de que pudiera golpearme de nuevo, Moretti y Dupont me lo quitaron de encima.

—Él tenía que sacarla de ahí. Es su puta culpa de que ella este muerta— seguía reclamando mientras lo alejaban de ahí. Lewis y Jack se interpusieron entre nosotros mientras que Murphy me daba la mano para ponerme de pie.

—Ella hubiera salido de ahí si tu puto dispositivo no hubiera fallado— se unió Steve a la discusión —¡Si fueras tan bueno en lo que dices, ella nos hubiera escuchado!. No busques culpables en donde no los hay— Carlos se quiso abalanzar sobre él, pero Jack los empujó a ambos a los lados.